El Bayern de Pep Guardiola aprovechó la expulsión de Oleksandre Kucher y un penalti a favor, a los cuatro minutos, para asegurar su presencia en los cuartos de final con una aplastante goleada sobre un Shakhtar que no se recuperó del golpe inicial. El empate de la ida hizo que el partido se afrontase con mucho nerviosismo y el técnico catalán apostó por una alineación claramente ofensiva, al mandar al campo toda su artillería pesada y al dejar a Bastian Schweinsteiger como único estabilizador defensivo en el centro del campo. Adelante, Arjen Robben, Mario Götze, Thomas Müller, Robery Lewandowski y Ribéry formaron casi una delantera de cinco hombres que debía resolver el partido lo antes posible para no dar cabida a penurias.

El Shaktar tuvo el saque y trató de llegar en su primera jugada. Quizás esa hubiera sido su apuesta a lo largo del encuentro, de no ser porque la primera combinación. Müller abrió la cuenta y Boateng remató a puerta vacía en el 34 aprovechando un rebote después de que Pyatov parara a medias un disparo de Lewandowski. Ribery y Müller. Después el partido se calmó un rato hasta que, en el 75, Lewandowski marcó el sexto tras un gran pase desde la raya central de Bastian Schweinsteiger. Y el séptimo lo marcó Götze, a centro de Boateng, en el 88, ante un rival que había bajado los brazos muchos antes. Festival de raza en un pase plácido. Un paseo triunfal.