Las vacaciones de Aldo Rovagnati, milanés de nacimiento, las marca la UD Las Palmas. El aficionado italiano, de 34 años, se encuentra en Gran Canaria esta semana con motivo del encuentro ante el Betis y verá al equipo amarillo en vivo por cuarta vez en su vida. Empleado de una compañía de seguros, solicitó como vacaciones la semana en la que se disputaba el derbi canario. No pudieron satisfacer su primera demanda y se ha tenido que "conformar" con un duelo por todo lo alto entre el primero y el segundo de la clasificación.
Su historia es particular por partida doble. Conoció a la UD Las Palmas en el curso 2002/03 en el que se encontraba de Erasmus en la Isla y tuvo la fortuna de pisar el Estadio Insular en una ocasión. Volvió para trabajar durante la temporada 2008/09 y vio dos partidos, pero fue en la distancia cuando se enamoró del club insular.
"Identifico al equipo con la gente de Gran Canaria. Todavía tengo amigos aquí y recuerdo que cuando estuve en la Isla la gente era muy amable. Mis amigos en la Isla no eran demasiado futboleros, pero yo sí y me enganché", asegura.
"Mi primer partido fue en la 2002/03 y todavía se jugaba en el Insular. Pero el sentimiento ha ido evolucionando. Ni siquiera recuerdo a los jugadores de aquella época. Luego vine de nuevo entre 2008 y 2009 a trabajar, vi otros dos partidos y al regresar a Italia ya tenía más posibilidades de conocer la actualidad y ver los partidos. En los últimos años ha nacido la pasión. Desde la distancia me he enganchado", continúa.
No fue un flechazo. Su amor por la UD Las Palmas es una relación madura y construida a miles de kilómetros de distancia. La sigue a través de las redes sociales todos los días y la ve por internet cada semana. Ahora vuelve a disfrutar de su compañía después de siete años. "Tengo muchas ganas de que llegue el domingo, hace demasiado tiempo que no voy al Estadio", asegura Rovagnati. También es seguidor del Milán, que está lejos de clasificarse para Europa y se encuentra en declive. Por ello, tiene claro que "este año las alegrías me las da la UD".
En la relación, como no podía ser de otra manera, también hay regalos y caprichos. Este año se hizo con una bufanda a través de la peña Amarillos por el Mundo, de la que es el socio 33. Esa prenda la ha sumado a una colección histórica. Tiene en su armario dos camisetas míticas: la del último año en Primera y una de mediados de los 90 con triángulos en las mangas, una de las más bonitas de la historia de la entidad. "La encontré en una página web", presume sonriente.
El ejemplo del Milán
Utiliza su otro club como evidencia de su convicción de que éste será el año del ascenso: "El Milan perdió la final de la Champions en el 2005 contra el Liverpool en penaltis. Fue un palo histórico, pero luego la ganamos en 2007 y también ante el Liverpool. Así nos desquitamos. Creo que con Las Palmas va a pasar lo mismo, este año hay que subir", desea.
"El 22-J lo viví en mi casa, lo vi por internet. Sentí una gran decepción, no me podía creer lo que pasó. Sí me creía lo de la invasión porque en Italia también pasa, pero no creía que pudiera pasar aquí. El impacto fue terrible", añade.
Está convencido de que este año sí porque "este equipo es mejor que el de la temporada pasada": "No es fácil después de una decepción tan grande empezar otra vez y hacerlo tan bien. El equipo podía haber perdido la confianza pero ha reaccionado más fuerte", continúa.
Señala a Araujo y Valerón como sus jugadores favoritos. "Aunque últimamente no está fino hace un gran trabajo para el equipo, pelea y recibe faltas", dice sobre el argentino. "De Valerón no tengo un buen recuerdo como aficionado del Milán", comenta entre risas. "Pero cuando le ficharon me enganché aún más a Las Palmas. Aunque no juegue demasiado es muy importante para el vestuario", opina. Este domingo Aldo volverá a ver un partido de su gran amor. Pero sentado en la grada Curva.
