Planeta de tinieblas. Régimen del terror. La última derrota ante el Betis (0-3) ha disparado el pesimismo en la marea amarilla

Sabíamos que era un rival complicado y que no iba a ser fácil. El Betis había mejorado mucho, con la llegada de Mel. Ellos jugaron sus armas, que fue esperar y salir a la contra. En la segunda parte lo hicieron muy bien pero merecimos irnos con algún gol de renta. En el fútbol, el que perdona lo paga. Supieron manejar mejor los tiempos. En el segundo tiempo, con la calidad que tienen en la delantera nos mataron.

Lució el poderío verdiblanco pero no hubo rastro del amarillo tras el descanso. Pero es más grave, desde el 11 de enero, con la goleada (5-3) ante el Zaragoza, la UD se busca a sí misma. Se diluye con el paso de las jornada.

Es muy difícil mantener el nivel durante toda la temporada y de igual manera éramos conscientes de que iban a venir momentos malos. Y prefiero estos momentos duros de perder un partido y estar cuarto, a tres puntos del primero, que estar en mitad de tabla o en zona de descenso. Nos quedan 13 partidos y tenemos que seguir peleando hasta el final. Hoy -ayer para el lector- no se va a decidir nada, seguimos en la pelea, seguimos en la lucha y tenemos que ir el sábado a ganar el partido a Soria.

¿Es un problema de fútbol, físico o de desgaste psicológico, dado el peaje de cargar con el liderato durante 22 jornadas?

No veo ningún problema -se detiene-. El fútbol son momentos, mejores y peores. A lo mejor la gente quiere al equipo que éramos al inicio de la competición pero la Liga es muy larga. Pasan cosas, hay sanciones, lesiones y muchos factores. Tenemos que seguir peleando, unidos, hasta el final. Si este es el momento más duro, ¡chapó! Seguimos metidos en la pelea.

¿Tiene la sensación de que es el momento más delicado del curso liguero? ¿Se ha tocado fondo?

No, no hemos tocado fondo. Alguno lo pensará porque se cae ante el Betis pero ya está. No es preciso hacer más autocrítica de la ya realizada. Simplemente se ha perdido un partido y esto forma parte del fútbol. Seguimos ahí metidos, el Betis fallará y hay que estar listos, preparados para ese momento.

Adoctrina el discurso enlatado del vestuario tras el naufragio ante el ogro verde. Pero esta UD suma 7 goles en las últimas 9 jornadas y Araujo sigue en su particular depresión (8 jornadas sin marcar). A nivel defensivo, se ha perdido rigor. ¿Los rivales han perdido el respeto a la UD?

Puede ser una mezcla de todo, el Chino antes las metía con la espalda y ahora no le entran. Entra la del palo -ante el Betis- y el partido cambia. El fútbol es así, a veces la tienes de cara, otras no. Estamos tranquilos, con trabajo esto se dará la vuelta otra vez. Vamos a volver a ser el equipo del principio, que machacaba y ganaba con holgura.

Y silenciar el entorno. Un día eres el Manchester United y otro el Puerta Bonita. ¿Qué detecta en la atmósfera próxima al equipo?

Esa carga negativa. Pero hay que tener tranquilidad.Cuando íbamos primeros y se ganaba todo, con cierta facilidad, se pensaba que éramos el mejor del mundo. Y tampoco es eso, a veces ganas y otras pierdes. Ni cuando ganábamos somos los mejores ni ahora los peores. Como dice el Flaco -Juan Carlos Valerón-, ¡tranquilidad! Las cosas salen y a veces no. Cuando salen, pues contento por la afición, por la Isla y cuando no, más unidos que nunca.

¿Percibe soledad tras una derrota de este calibre? ¿Qué tiene de diferente esta semana?

Hay un dramatismo...Gusta ganar y los primeros jodidos somos nosotros. Nos hubiese encantado ganar por los que fueron al estadio. Te jode, pero insisto esto es fútbol.

Encadena dos partidos sin minutos. Fue nombrado Mejor Jugador de enero pero ha pasado a un segundo plano. ¿Por qué?

Porque esto es así. Como esperé mi momento y luego me lo dieron. Ahora toca esperar otra vez. El míster confía en el equipo y hay que estar a muerte con ello. Me limito a esperar mi turno; él me conoce. Cuando me de la oportunidad, haré lo máximo por no salir. No le fallaré.

Se ha visto estos días a un Herrera muy cómplice con usted. ¿Le sirven de algo los mimos? ¿Qué le ha comentado?

Me anima, es un señor cercano. Sabe lo que puedo dar, confía en mí aunque no juegue. Me ayuda y anima, sé que mi momento volverá.

¿Ha sido justo con usted?

No se puede hablar ahora de justicia o injusticia. Hay que estar todos unidos y con el equipo. El que salga al campo tiene que pelear al máximo y los que estemos fuera debemos apoyar. Para lo que resta 13 jornadas, tenemos que remar todos en la misma dirección y subir a Primera que es el objetivo.

En noviembre del 2011 jugó 86' en Los Pajaritos en la disputa de la 12ª jornada. La UD, dirigida por Juan Manuel Rodríguez, cayó 3-2. Desde la última victoria amarilla en Soria (15 de junio del 2003), el cuadro isleño encadena 7 derrotas y 1 empate. ¿Por qué considera que es un escenario maldito para los isleños?

Es complicado, a la altura del Municipal de Santo Domingo de Alcorcón. En invierno es cuando más sufre con el campo helado. Ellos saben lo que tienen que hacer pero tenemos que ir a machacarlos. Hay que ir con esa idea porque no tenemos nada que perder.

¿Se queda en el banquillo porque acepta la suplencia sin generar conflictos en el vestuario?

No pienso así, el míster toma las decisiones. Juegue o no. Trabajo al máximo para devolver la confianza que han depositado en mí.

Casto tuvo que matizar una valoración sobre el planteamiento de Herrera. ¿Está prohibido cuestionar al jefe?

El que manda es el entrenador y el que diseña los sistemas. Estemos o no de acuerdo; es el que dicta y ordena en el vestuario.

Tiene dos años más de contrato y es junto a Simón una de las grandes revelaciones, ¿hay interés por parte de la UD para mejorarle y ampliarle la ficha?

Mi futuro es subir a Primera y seguir de amarillo. Renovar depende del presidente -Miguel Ángel Ramírez-; es el equipo de mi Isla. Desde pequeñito he querido jugar en Primera con este escudo. Pero hablar de ampliar me parece una tontería.

¿Percibe que debe demostrar más que el resto de jugadores para ser titular en este equipo?

Me centro en pelear al máximo. El resto no me interesa, si a otro no le hace falta eso pues ¡chapó! En mi caso, siempre he peleado al máximo. Lo doy todo por el escudo.

Ha insistido que su temporada en Segunda B -con el Baleares- le hizo madurar. ¿De qué fotograma de este curso se ha llevado una lección magistral que no olvidará en su carrera?

Nunca olvidaré el partido ante el Zaragoza -anotó el 5-2 cuando la UD tenía 8 jugadores en el Estadio de Gran Canaria- y la lección del banquillo o la grada. Uno piensa que jugar te da veteranía pero no estar convocado te da que pensar. Aprendes de todo. Te exige estar al cien por cien o te vas fuera -en referencia a la grada-. Verte lejos del césped te hace reflexionar.

Su hijo Roque y novia Patricia son su pasión. En estas horas bajas, ¿qué papel juega la familia?

Cuando no juegas, hay gente que desaparece. Pero tu familia siempre está ahí para respaldarte. Con una mirada saben lo que siento. Su compañía y paciencia son claves.