Champán en Jinámar y un gorro de mexicano. La primera fiesta de 'Vito'. Víctor Machín Pérez 'Vitolo' ingresó en la UD Las Palmas en la categoría infantil tras superar un test con más de 200 jóvenes. Germán Dévora, ahora presidente de honor del club de Pío XII, y que dirigía los filiales, aprobó la entrada de un diamante que este viernes, puede estrenarse con la Roja en el Sánchez Pizjuán ante Ucrania (19.45 horas, televisado por TVE y valedero para la Eurocopa de Francia 2016).
Tras abandonar el Árbol Bonito -11 años-, el extremo del Sevilla inició un periplo de éxito de amarillo que le llevó hasta el debut con el primer equipo en la temporada 2010/11 con 20 años. Incisivo y potente, en el Cadete Preferente se reencontró con Jonathan Viera (con el que despuntó en el Árbol Bonito). A las órdenes de Nandi Álvarez [padre del exjugador de la UD Aythami Álvarez, ahora en la SD Huesca], los amarillos se coronaron campeones de Canarias el 25 de abril del 2005 en el Cruce de Arinaga tras tumbar al Lanzarote (2-0). Vitolo y Viera fueron los líderes espirituales de una generación de oro con Ayala, Kevin Padilla y David Martín como escuderos. En la etapa juvenil, se consagró en la banda derecha y en la delantera. Óscar Méndez dirigió a 'Vito' en el Juvenil Preferente de la UD y Mingo Oramas en División de Honor. En su último año de juvenil (18 años), se coronó como campeón de Canarias (Grupo VI) y fue pichichi de la competición con 25 goles en un curso 2007/08 imperial. Su carta de presentación como perla de caviar. Dejaba de ser promesa.
Mazazo ante el Espanyol
El excelente curso en el equipo sub 19 amarillo le abrió la puerta de la selección nacional juvenil para una sesión de entrenamiento en Las Rozas -enero del 2008-. Estuvo acompañado por los jugadores del Tenerife Rubén Rosquete y Alexis Rodríguez. Siete años después, vuelve a la Ciudad del Fútbol de Las Rozas de Madrid pero ahora como un extremo contrastado con 77 encuentros oficiales con el Sevilla y 17 goles [con una UEFA en sus vitrinas conquistada el pasado 14 de mayo en Turín ante el Benfica].
En ese enero mágico, probaría las mieles del primer equipo, de la mano del técnico de la UD Juan Manuel Rodríguez, para dejar destellos en la final del Torneo Internacional de Maspalomas, que se llevaría el conjunto isleño en la tanda de los penaltis ante el Rosenborg BK noruego. En mayo del 2008 afrontaría la disputa de la Copa de Campeones -la máxima cita nacional juvenil-. La UD se cruzaría con el Espanyol, donde militaba el sureño Méndez, y Vitolo mascaría el amargo sabor de la derrota. Los de Mingo Oramas -ahora responsable de Las Palmas Atlético en Segunda B- se despedían a las primeras de cambio ante el juvenil periquito, que a la postre se proclamaría campeón de España en el Alberto Ruiz de Colmenar Viejo.
En aquella camada figuraban junto a la doble 'V', Vitolo y Viera, Alejandro Martín -portero en la actualidad del filial en 2ª B-, Sergio Marrero, Juanpe -Racing-, Polo, Vicente Romero -que pasó por el filial del Atlético de Madrid- o Asdrúbal Padrón -ahora en el primer equipo amarillo con Paco Herrera-.
Reclamo de urgencia
Tras cerrar su etapa de juvenil, disputó con la UD la fase de ascenso a la Preferente con el Regional C ante el Unión Viera. El experimento acabó en varapalo. Los amarillos cayeron (2-0) en la ida y la victoria (3-1) en la vuelta fue insuficiente. Vitolo marcó dos tantos para el conjunto de Chani Suárez. Ponía a los 12 meses que le pusieron en el escaparate. Había dejado de ser anónimo. Sin embargo, la progresión del príncipe del Polígono de San Cristóbal fue frenada por los rectores de cantera, al quedarse en Las Palmas C (de la Primera Regional) al inicio de la 2008/09.
Potencia y caviar en la banda derecha. Vitolo generó junto a Viera una expectación enorme por su capacidad atlética y poder de definición en el Juvenil. Extremo salvaje, en esta fase confirma una progresión meteórica. La lucha encarnizada con el Tenerife por el título de División de Honor finalizó el 13 de abril del 2008 con cava Codorniu. Y Romario -Viera- vestido de mexicano. Fue la primera gran alegría de 'Vito'. De amarillo no tenía rival. Era un cohete en la banda y un artillero de caviar despiadado.
