La 'BBC' de gofio. La hora del tridente diabólico. La UD Las Palmas, en plena fase de descomposición, se aferra a su pegada y los tres mosqueteros de pólvora para escapar del infierno. Araujo (13 dianas), Nauzet Alemán (8) y Momo (6), que suman 27 dianas, los tres máximos artilleros del navío isleño, apuntan al once de este sábado ante la SD Ponferradina (20.00 horas en el Estadio de Gran Canaria y por la TVC). El objetivo, dar carpetazo a la crisis, cuando solo restan 12 jornadas para el final de la competición. La resurrección exige un festival pirotécnico. Llamada urgente al gol. Tras 22 semanas al frente de la tabla, los isleños consideran "una final" la gran batalla ante los del Bierzo. Es la crónica de la conjura del gol.
El cuadro amarillo afronta la situación más delicada del curso, con cinco jornadas sin un gramo de gloria en su caminar por regresar a la liga de las estrellas. En tiempos de tinieblas, la solución pasa por recuperar la pegada [la UD suma solo 5 tantos en las últimas 6 jornadas].
El estratega Paco Herrera busca la ecuación mágica para desterrar las dudas y apagar el incendio -los isleños solo suman dos victorias en los últimos diez duelos de Liga-.
Cuenta en el plantel con el delantero Alfredo Ortuño (1 tanto), que fue titular en la última jornada ante el Numancia en Los Pajaritos. Darle otra vuelta de tuerca al régimen ofensivo implica la presencia de los cuatro artilleros de inicio [el tridente Araujo-Nauzet-Momo junto al punta murciano]. Propuesta de fuego en tiempos convulsos.
A grandes males, grandes remedios. Tiempo de pistoleros. Ortuño y los tres mosqueteros contabilizan 28 tantos. Y podrían vestirse de inicio el sábado ante la Ponferradina.
El Chino, en el diván
Diez jornadas sin marcar. Araujo es un problema a solucionar de forma urgente.Su caso espera sobre la mesa de Herrera. Paralelo a la falta de definición del argentino, los amarillos han caído en una propuesta plana, rácana y sin chispa.
La UD sumó su última victoria ante el Racing de Santander el pasado 15 de febrero en el Gran Canaria (1-0). Un mes y once días después, los amarillos buscan la luz. Siguen bajo un estado de shock. Han perdido la condición de sello riguroso de plata. Y respiran como un galeón frágil -que en las dos últimas jornadas ha recibido seis tantos en dos franjas de once minutos ante el Betis (del 65' al 76') y Numancia (del 24' al 35'). Una defensa de cristal.
Objetivo básico poner fin al divorcio de la estrella Araujo con el gol. El delantero argentino anotó su último tanto en la tormenta roja ante el Zaragoza (11 de enero). Desde que firmase el 4-1 (61' de aquella 20ª jornada), han pasado 929' y el artillero de Boca Juniors está maldito. En Soria, a la sombra de Ortuño, gozó de una clarísima ocasión que desbarató Munir. El murciano, que demanda más protagonismo, se perfila como la solución de Araujo. Más espacios, más ocasiones. Y así deja de remachar 'melones' -al argentino no le sustentan balones de cara en el ataque de la UD-.
Hay motivos para la esperanza en esta dupla Araujo-Ortuño. Herrera ha sido valiente y ha dado un paso al frente. Abraza el riesgo y sacrifica un poeta en la sala de máquinas. Es la vida con dos nueves.
El Cid francotirador
Con el 'costipado' de Araujo, todas las miradas se centran en Nauzet Alemán -que al igual que al argentino no ha sido suplente en el campeonato liguero-. El francotirador de Las Mesas está de vuelta tras causar baja por lesión en Soria.
Contabiliza 8 dianas y 7 asistencias, lo que le convierten en el segundo activo ofensivo más determinante. Encadena cinco jornadas sin ver portería. Su nivel ha bajado producto de las lesiones y del caos grupal. Ayer, lo reconocía en sala de prensa: "He jugado tocado".
En su mejor campaña de amarillo -solo en la 2011/12 con el Valladolid, que acabó en ascenso, alcanzó los 9 tantos-, su pegada de acero es determinante. Tan crucial como la de Araujo. Se complementan a la perfección como quedó plasmado en el (5-3) ante el Zaragoza.
Unidad y responsabilidad
El extremo de Las Mesas explica su proceso de recuperación de su dolencia muscular. "He jugado tocado pero da igual. No es importante. Pero siempre que pueda estaré al lado del equipo porque es mi obligación. Lo diré siempre, pero la decisión es del míster si me alinea o no (...) En estos días que he entrenado con el equipo he tenido muy buenas sensaciones. Estoy a su disposición" .
Heridas de guerra y el calvario del francotirador. Nauzet desvela su vía crucis hasta tener el alta. "Llevaba unas tres semanas con dolor en la zona de abductores, después de los partidos -hacía sesiones de bicicleta estática y masajes-. Necesitaba parar más tiempo; empecé a entrenar y ya me siento mejor".
Detalla que es preciso "la unión" como única medida para escapar de la catarsis. "Quedan 12 partidos de Liga todavía, necesitamos estar todos juntos: afición, club, jugadores, periodistas, medios... Todos somos importantes y a partir de ahí las cosas empiecen a salir bien". Y pide cerrar la portería. "No podemos encajar goles. Una portería a cero es básico para estar arriba". Asume el reto del ascenso con responsabilidad. "Somos los únicos que podemos sacarlo: los jugadores. Los resultados -esta crisis- nos han venido bien para darnos cuenta que tenemos una oportunidad; el ánimo del vestuario está sano".
La venganza del alfil
Momo encadena tres partidos de titular -Sporting, Betis y Numancia-. Sacrificado por Herrera al final de la primera vuelta, el talentoso mimbre zurdo de El Cardón vuelve a dar guerra. Ante las bajas de Culio y Viera se reivindica y ya contabiliza 6 tantos. En Los Pajaritos, junto a Simón, fue de lo poco salvable y se perfila de inicio ante la Ponferradina con los citados Araujo, Nauzet y Ortuño. En la mediapunta y en la banda derecha -a pierna cambiada- el talento de Momo le da otro aire al equipo. Magia y carisma para completar esta nómina de pólvora. Liquidar al ogro del Bierzo es indispensable para eliminar a un aspirante firme a la promoción de ascenso. Tras cinco jornadas en el infierno, la UD de Herrera se da un baño de pólvora. Es la conjura del gol. Oda a la artillería pesada. Versos atómicos para seguir en el paraíso.
