El infierno es el paraíso del Herbalife Gran Canaria. El club claretiano, en un partido colosal, escribió en Turquía una de las páginas más brillantes de su historia sellando su clasificación para la Eurocup, peldaño al que nunca había llegado. No solo hizo buena la ventaja de diez puntos que logró en la ida sino que se permitió el lujo de ganar el partido (74-75) en una de las pistas más calientes de Europa -se han registrado más de 120 decibelios-. Se hizo oír aún más fuerte el equipo de Aíto García Reneses, que no se inmutó ante tanto ruido.
Después de 35 minutos en los que la clasificación no peligró a pesar del acierto de Bobby Dixon -18 puntos en la primera parte-, el Pinar Karsiyaka apretó en el último cuarto. El Gran Canaria llegó a disfrutar de una máxima diferencia de 11 puntos en el comienzo del tercer parcial pero los turcos no se iban a rendir tan pronto.
Con Juan Palacios -ex del Gran Canaria- y Strawberry desatados el Pinar llegó a ponerse 71-67 a cuatro minutos para el final, es decir, a siete puntos de la remontada. El Herbalife, entre la presión en toda la cancha del rival y la permisividad de los árbitros, hasta entonces correctos, vivió unos minutos de bloqueo. Pero apareció Levon Kendall para apagar el fuego con dos canastas seguidas de cinco metros, su especialidad. No le tembló el pulso al canadiense y el Pinar entregó las armas con 120 segundos aún por delante.
Presión multiplicada
Fue el único momento en el que el Gran Canaria vio amenazada su ventaja. No era fácil el reto. En el ruidoso Karsiyaka Arena se jugaba no solo las semifinales de la Eurocup sino también la temporada. El prometedor proyecto de Aíto decepcionó en Copa del Rey y no está a la altura en la Liga Endesa, donde precisamente este domingo se complicó los Playoffs con una inexplicable derrota ante el colista.
Pero los hombres de Aíto se crecieron ante la presión. Ni siquiera Bobby Dixon, que anotó los diez primeros puntos de los turcos, inmutó a un Herbalife muy serio. Con un poco de los cinco los visitantes mantenían el pulso de, hasta entonces, un solo jugador (10-11, m. 4). Se fueron sumando compañeros al festival del estadounidense pero el Granca siempre respondía, como en un mate de Tavares tras un triple de Diebler (15-13, m. 6). Strawberry también empezaba a hacer daño y puso a los suyos con cuatro de ventaja pero Kendall, con un mate imponente en carrera, cerró el primer parcial con empate 19-19. El Gran Canaria también sabía intimidar.
Los primeros ataques del segundo cuarto fueron espesos en los amarillos. Costó interpretar los continuos cambios en la defensa de los turcos, que lo mismo hacían zona que individual y casi siempre lo combinaban con presión en campo contrario. Hasta que Oliver dijo basta. El catalán, con cinco puntos seguidos cuando los turcos veían posible separarse en el marcador, puso la primera piedra del arreón del Herbalife (26-26, m. 14).
Brad Newley arde
El final del segundo cuarto tuvo a Newley como gran protagonista. El australiano hizo de todo. Ante las dos faltas que ya había acumulado Bellas tomó la decisión Aíto de emparejarle con Dixon. Y Newley le frenó. En ataque, además, anotó nueve puntos en los últimos cinco minutos para liderar un brillante parcial de 8-20 con el que el Granca puso tierra de por medio al descanso (32-41, m. 20). Empezó su exhibición con una recuperación y un mate en carrera, la continuó con una bandeja y una penetración que fue todo corazón, y la cerró con un triple.
No marcaba la diferencia los amarillos en el lanzamiento de tres puntos (3/10), ni tampoco en el rebote (19 frente a 17), sino en su constancia e intensidad defensiva y en la variedad de recursos en ataque. Y en el inicio de la segunda parte, más de lo mismo. Diebler anotó de más allá de 6.75 metros y Kuric respondió con la misma medicina. El Granca tenía todos los sentidos alerta.
Un gran triple de Oliver frenó un inquietante parcial de 6-0 (41-49, m. 24). Lo seguían intentando Gabriel y Strawberry, pero Urtasun y Kendall se subieron al carro (46-55, m. 27). El guión se repetía continuamente y a otro arreón turco respondió Báez sobre la bocina del tercer cuarto (53-59, m. 30).
En el último parcial Juan Palacios y Strawberry se unieron a la inspiración de Dixon, que anotó otros dos triples para acercar a los suyos en el marcador (65-67, m. 35). La afición se echó encima y el Pinar aceleró. Un escenario para asustar a cualquiera, pero no a este Herbalife ni a Levon Kendall.
