La Provincia - Diario de Las Palmas

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Eurocup Cuartos de final (vuelta)

La vital muñeca de Vancouver

Un tapón de Kendall y una posterior canasta desde media distancia aseguraron la eliminatoria

Levon Kendall lucha por un rebote con Cemal Nalga. IHA.COM.TR

El pasado domingo, cuando Aíto García Reneses enviaba a Walter Tavares al banquillo mientras el Herbalife Gran Canaria veía como se le escapaba el partido ante el colista Manresa, un murmullo salió desde la grada. El cambio era incomprendido por gran parte del público del Gran Canaria Arena, que no entendía como el técnico madrileño iba a jugar los minutos decisivos sin su pívot puro y uno de sus bastiones defensivos más improtantes. Levon Kendall entró a pista y con él sobre el parqué se siguió esfumando la victoria.

Ayer, Aíto García Reneses volvió a repetir la jugada. Con la baraja marcada, el entrenador amarillo se marcó de nuevo un all-in con el jugador canadiense. Tavares, anulado en ese momento, se iba al banco. A pista Levon Kendall cuando el Herbalife vivía su momento más complicado en el partido. Con un ataque errático, falto de fluidez y sin tino, veía como el Pinar Karsiyaka empezaba a creer en que remontar quizás sí era viable. Con un parcial de 9-0, los otomanos no sólo habían logrado ponerse por encima en el marcador (71-67) sino que además empezaban a mirar en el global de la eliminatoria, que en ese momento se quedaba en seis puntos, en apenas dos ataques.

Antes, Kendall había intentado clavar su especialidad. En esas funciones que Aíto busca en ataque con el canadiense, destaca su capacidad para intentar hacerse fuerte sobre la pintura, salir hasta el tiro libre, y desde ahí, con la marca alejada, tirar de su muñeca y encestar. Y eso fue lo que hizo, pero el balón salió escupido por el aro.

Sin embargo, ese primer fallo no consiguió frenar el gran último cuarto de Levon Kendall, que aportó la veteranía necesaria en los momentos complicados. Tras taponar al ex del Gran Canaria, Juan Palacios, llegó su momento, ése donde el Herbalife veía un peligro real de perder el partido y la eliminatoria. Un tirón para la moral del canadiense que salió reforzado de una acción decisiva para el transcurrir del partido en la parte del campo donde más sufre, en su propia zona, cuando tiene enfrente a un pívot corpulento y rápido como el colombiano Palacios. Era un punto a favor de Kendall.

Y ahí, con la moral reforzada tras el blocaje, llegó el momento de silenciar el escandaloso Karsiyaka Arena y cerrar el parcial de 9-0 que hacía soñar a los turcos con la remontada. Levon Kendall repitió el movimiento, salió a su distancia favorita, los cinco metros, y desde ahí la clavó para poner el 71-69. Una canasta que bajó los humos del ambiente que desprendía el cálido recinto otomano.

Dos puntos que ayudaron al Herbalife a salir del atasco que sufría en ataque y a desbloquear mentalmente al equipo en el momento más complicado del encuentro. Otra buena defensa permitió otro ataque del Gran Canaria. El reloj corría y Báez machacó. Los diez puntos de ventaja que había conseguido el Herbalife, también empezaron a pesar en la moral del Pinar Karsiyaka. Una moral que acabó por los suelos cuando Kendall volvió a demostrar lo que busca García Remeses de él: un tiro a media distancia seguro -dadas sus condiciones- que descoloque al pívot que tenga enfrente. La cara de la moneda estuvo de su parte y el lanzamiento entró (71-75).

Su partido acababa con 12 puntos y una trascendencia muy importante en el tramo más delicado del duelo. La jugada, el partido y la eliminatoria estaban hechas. El cronómetro del Karsiyaka Arena moría y el Herbalife Gran Canaria daba un paso más en su crecimiento como entidad: estaba en una semifinal de la Eurocup.

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