La Provincia - Diario de Las Palmas

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UD Las Palmas La contracrónica

Araujo vuelve a dormir tranquilo

El argentino da un portazo a su ansiedad con un doblete

Araujo se lleva las manos a los oídos para celebrar el primer gol. QUIQUE CURBELO

Se acabaron las pesadillas para Sergio Araujo. El argentino se volvió anoche tranquilo a casa once jornadas después. Con dos goles y una asistencia en la mochila se liberó de toda la ansiedad acumulada. Ya era hora. Su sonrisa iluminó de nuevo al Gran Canaria. Un recorte inteligente tras un fallo defensivo, un regate magnífico con ejercicio de solidaridad incluido y un gran tiro cruzado a pase de Ortuño completan una actuación redonda para recuperar toda la confianza perdida.

Refuerza su débil moral el argentino, que había entrado en una espiral muy peligrosa y demasiado larga. Siempre sudó como el que más pero le faltaba sacar la magia que lleva dentro, esa con la que maravilló en una primera vuelta descomunal. Le echaba de menos la UD, huérfana de su jugador más desequilibrante. Con Araujo enchufado fue más fácil.

En el reciclaje que llevó a cabo ayer Paco Herrera el argentino es el gran protagonista. Con Ortuño en punta se desplazó a la izquierda y Culio le protegió la espalda para que no tuviera que mirar para atrás demasiado. Araujo ayudó al lateral en alguna ocasión, sobre todo con el marcador igualado, pero uno de los objetivos del cambio de dibujo es tenerle liberado.

Da prioridad al gol Paco Herrera, al menos por lo visto en el partido de ayer. Desprotege de forma sensible el centro del campo con respecto a partidos anteriores para tener más mordiente en campo contrario. Lo sufren Javi Castellano, Hernán y Culio pero lo agradecen Ortuño, Nauzet y, sobre todo, Sergio Araujo. Cada vez que robaba la UD en el centro del campo había como mínimo dos jugadores, y en ocasiones tres, dispuestos para esperar el pase. Es lo que ocurrió, por ejemplo, en el segundo gol. Y en ese panorama las virtudes del argentino relucen. Recibe en zonas de peligro y de cara a la portería. Participa más a menudo y dispone de más espacios. Es Araujo desencadenado.

Gesto de rabia

Ya jugaba en esa demarcación en el Barcelona B y en los malos momentos de este curso ha recordado que en la izquierda se siente cómodo. Y ayer lo demostró. Alan Baró fue un buen amigo para abrir la lata. El central, incordiado por Ortuño, cedió el balón con tibieza hacia su portero y por allí apareció como un rayo Araujo. El punta quebró en velocidad al portero Dinu y embocó a puerta vacía. Le cayó del cielo la oportunidad, pero había que estar allí. Y en partidos anteriores él era el hombre que presionaba al central y no había nadie para aprovechar el error.

Y lo celebró con el gesto de taparse los oídos. Una señal de protesta a las críticas que había recibido durante su sequía. También hizo una 'M' con las manos para dedicárselo a un ser querido. El festejo del segundo fue otra historia ya que, como es habitual, también se llevó las manos a las orejas pero pidiendo más ruido al público en señal de complicidad.

Más de dos meses habían pasado. Y el segundo tanto llegó también como consecuencia del lavado de cara de la UD. Hernán corrió un contragolpe y tenía hasta tres opciones. Eligió a Araujo, que sentó a Gaztañaga con un quiebro para la galería y encontró en el segundo palo, totalmente solo, a Nauzet. La firma es del de Las Mesas pero el bolígrafo se lo dio el argentino.

Y Araujo remató la faena con un preciso disparo cruzado tras una dejada de Ortuño para hacer el 3-1. Hasta su sustitución siguió intentándolo pero la noche se quedó en un doblete. Herrera le concedió que finiquitara el partido con una sustitución para que recibiera una ovación. Araujo cierra la herida.

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