Desde la marcha de Pep Guardiola, estadísticamente el mejor entrenador de la historia del Barcelona, los sucesivos ocupantes del banquillo azulgrana han renunciado a las comparaciones porque sabían que tendrían todas las de perder. Así ocurrió con Tito Vilanova, pese a que dejó el legado de la Liga de los cien puntos antes de recaer de su enfermedad, y por supuesto al Tata Martino, que no pudo confirmar con títulos su buen comienzo de temporada. La reciente gloria del Barça también amenazó con acabar a las primeras de cambio con la etapa de Luis Enrique Martínez, cuestionado a principios de año por la derrota en San Sebastián y su conflicto con Messi. Tres meses después, Luis Enrique gana en la comparación.
Después de 44 partidos oficiales, Luis Enrique lleva más victorias y más goles a favor que los equipos dirigidos por Pep Guardiola en 2008-09, Tito Vilanova en 2012-13 y Gerardo Martino la pasada temporada en el mismo período. Con el técnico gijonés, el Barcelona ha ganado hasta el momento 37 partidos (22 de Liga, 8 de Copa y 7 de Liga de Campeones), cuatro más que Vilanova y cinco que Guardiola y Martino. Estos números extraordinarios han sido posibles por el estirón de 2015, durante el que ha ganado 18 de los 19 partidos. El Málaga, con su campanada en el Camp Nou (0-1) evitó el pleno.
A falta de diez jornadas para el final de la Liga, el Barça de Luis Enrique ya no puede igualar los cien puntos para ponerse a la altura del Madrid de Mourinho en la 2011-12 y del equipo de Villanova en 2012-13. Pero sí está a su alcance el récord total de victorias en la temporada, ya que está a seis de Vilanova cuando le quedan por disputar un mínimo de trece partidos (10 de Liga, 2 de Liga de Campeones y la final de Copa) y un máximo de dieciséis.
El Camp Nou se ha convertido en el fortín sobre el que Luis Enrique ha edificado una trayectoria espectacular. El Barcelona ha ganado 20 de los 22 partidos en su campo, con los únicos borrones de las derrotas frente al Celta y el Málaga. Una estadística que sólo mejora en los últimos tiempos el equipo de Martino, que a estas alturas solo había cedido una derrota (Valencia en Liga) y un empate (Atlético en la Supercopa de España). Fuera de casa, el primer Barça de Guardiola llevaba tres victorias más.
Al margen de los números, con la llegada de Luis Enrique al Barcelona el pasado verano se ha producido la evolución en el juego reclamada desde diversos sectores desde la última temporada de Pep Guardiola. El técnico asturiano ha conseguido que su equipo sea menos previsible, aunque haya sido a costa de reducir el protagonismo en el centro del campo.
Aunque sigue superando en la posesión a la mayoría de sus rivales, el Barcelona de Luis Enrique acepta de buen grado los partidos de ida y vuelta, amparado en dos buenos porteros (Bravo en la Liga y Ter Stegen en los torneos por eliminatoria), una defensa revitalizada y un tridente de ataque demoledor. Por ello el Barça es el equipo menos goleado y el máximo goleador.
Llaman la atención, especialmente, las estadísticas ofensivas, que mejoran las de otros tríos fantásticos, como el de Messi-Eto'o-Henry, el de Pedro-Messi-Villla y el de Alexis-Messi-Neymar de la pasada temporada. Este Barça va camino de superar los 158 goles que marcan como tope las campañas del debut de Guardiola y Vilanova. Después de 44 partidos, el actual lleva 129 (80 de Liga, 18 de Liga de Campeones y 31 de Copa del Rey), lo que supone una media de casi tres por encuentro que, de mantenerla en los próximos trece compromisos, llevaría a una proyección de 167.
El trabajo de Luis Enrique en el Barcelona tiene el mérito añadido de resistir, e incluso mejorar, en la comparación con las temporadas más brillantes de la historia del club. Basta con echar un vista a los números de la temporada del debut de los demás técnicos del siglo XXI para entender la magnitud de la gesta: Frank Rijkaard acabó su primer año (2003-04) con 29 victorias en 52 partidos; Van Gaal (2002-03) se quedó en 28 de 55; Serra Ferrer (2000-01) bajó a 27 de 60; y Carles Rexach logró 14 triunfos en los 28 encuentros que dirigió al equipo. No es extraño que el nombre de Luis Enrique vuelva a ser coreado en el Camp Nou.
