La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

UD Las Palmas La crónica (31a jornada)

La UD, por las bravas

El equipo amarillo golea a la Ponferradina (4-2) y rompe una racha de cinco jornadas seguidas sin ganar - Araujo, en dos ocasiones, Nauzet y Ortuño firman los tantos - Las Palmas, tercera en la tabla

Mucho mejor arriba que abajo. QUIQUE CURBELO

Ser perfecto es cambiar a menudo. Y en esa paradoja, acuñada hace años por Winston Churchill -político británico-, anda enredada la Unión Deportiva Las Palmas. De aquel equipo que, de agosto a enero, se paseó por la Liga Adelante sin que nadie le tosiera apenas queda el nombre y el color del equipaje. Entonces interpretaba el fútbol a partir de una idea que parecía indiscutible por una simple cuestión de resultados: quería la pelota y se asociaba a través de ella, era un grupo atrevido -horizontal o vertical, según las circunstancias-, crecía a partir de su solidez en defensa, se plantaba en cualquier campo con la intención de mandar -en el juego, en el ritmo, en el tiempo, en todo, en definitiva- y ganaba. Ganaba mucho. Acumulaba victorias sin ton ni son. Pero eso, en enero, se rompió. Y de tanto tropezar desde entonces, tras acumular cinco jornadas consecutivas sin llevarse un triunfo a la boca, ha mutado para sobrevivir. Tan simple como la evolución de las especies. Triunfa, al final, el más fuerte y el que mejor se adapta al medio. Ahora no es mejor ni peor, sólo diferente. En esa metamorfosis anda metida el conjunto de Paco Herrera, que anoche, para superar a la SD Ponferradina y dejar atrás tantos sinsabores, fue otra cosa: más directo, menos sutil, endeble atrás, pero tremendo en ataque. Y así, de tan distinto, goleó (4-2) a un rival cándido en la retaguardia y se aupó hasta el tercer puesto en la clasificación.

Con el equipo en caída libre desde el 15 de febrero, fecha de la última victoria -tras derrotar, de aquella manera, al Racing de Santander en el Estadio de Gran Canaria-, Herrera ayer cambió el plan. Buscó entre todas sus piezas y, de tanto examinar las fichas y el tablero, debió reparar en un detalle: el amplio número y alto nivel de los delanteros que tiene en nómina la plantilla de la Unión Deportiva dan ventaja en Segunda División. El técnico varió el dibujo táctico -pasó a jugar con un 1-4-3-3-, alineó en punta a Nauzet Alemán, Ortuño y Araujo por primera vez de entrada y dio en la tecla. De la necesidad hizo virtud. Y justo por ahí, por una cuestión de superioridad, obtuvo ventaja en el juego para encarrilar el duelo. Ayudó también la presencia en el once titular de Culio. Con el argentino sobre el césped, Las Palmas gana carácter y competitividad, rasgos que no están de más cuando la curva anímica del equipo traza una línea descendente desde hace varias semanas.

Encarriló pronto el partido la Unión Deportiva. Fue tras un error de Alan Baró forzado por Ortuño. El detalle no es un asunto menor. El fallo del central de la Ponferradina al ceder un balón atrás fue escandaloso; el ejercicio de presión del delantero amarillo, fino; y, entre uno y otro, apareció Araujo para quedarse con la pelota, lanzarse contra la portería visitante, regatear a Dinu Moldovan, hacer el 1-0 (min. 13) y romper con una sequía sin celebrar un tanto desde hace 10 semanas.

Juego directo

El gol no desorientó a la Unión Deportiva, que se mantuvo fiel a su nueva hoja de ruta: balones en largo en busca de Ortuño, con los interiores -Culio y Hernán- lanzados en busca de la segunda jugada y Nauzet y Araujo plantados en los extremos, con el objetivo de abrir el campo y abrir huecos en la defensa de un adversario empeñado, al menos, en tratar bien la pelota, adiestrado para atacar a partir de combinar y combinar.

Con la SD Ponferradina en ese plan, después de que Pablo Infante y Yuri rondaran la portería de Casto, Hernán lanzó un contragolpe en plan imperial. Cubrió más de medio campo con el balón pegado al pie hasta llegar a la frontal del área rival. Allí, entre un mar de piernas, encontró a Araujo escorado a la banda izquierda. El atacante argentino, en una baldosa, sorteó con un quiebro a Gaztañaga y, tras ver el desmarque de Nauzet Alemán por el otro extremo, asistió al canterano para que hiciera el 2-0 (min. 28). La diana parecía zanjar la discusión, pero tras la celebración Las Palmas se desconectó y, de inmediato, Berrocal aprovechó el retraso de David García al llegar a una cobertura para hacer el 2-1 (min. 29).

Con una hora de partido aún por disputar, empezó otra historia. El gol visitante puso en alerta a Las Palmas, que supo adormecer el pulso hasta el descanso sin pasar muchos sobresaltos para, en la reanudación, lanzarse a la yugular del contrincante. Siete minutos fue lo que tardó Araujo en poner el 3-1 en el marcador. O, lo que es lo mismo, fue el tiempo que transcurrió entre el inicio de la segunda mitad y otro error de traca de Alan Baró, que volvió a equivocarse en un despeje. Ortuño, atento a la acción, recuperó el balón para asistir al argentino que, solo en el área, fusiló (min. 52) a Dinu Moldovan -clavado bajo palos-.

El tercer gol amarillo dejó grogui a la SD Ponferradina, pero con todo a favor para pasar un rato plácido después de tantas semanas entre dudas y amagos de crisis, Las Palmas concedió otro crédito a un rival como mucho orgullo. Castañeda, el lateral izquierdo del conjunto berciano, se lanzó al ataque en el minuto 68 y David García cometió un ingenuo penalti. Yuri, siempre a tono en sus reencuentros con el representativo grancanario, cogió la pelota, lanzó la pena máxima y, tras un paradón de Casto, remató para establecer el 3-2 (min. 69).

El nuevo revés tampoco inquietó a la UD, que remató el asunto de inmediato y a las bravas: Baró remató su nefasto partido con una pérdida de balón que aprovechó Guzmán para salir lanzado a la contra y, por aglomeración de jugadores en ataque, encontrar a Ortuño, que cerró la cuenta (4-2, min. 73).

Compartir el artículo

stats