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UD Las Palmas Vuelven los dos argentinos

Un poco de Culio es mucho

Herrera arriesgó con la recuperación del argentino, al contrario que con otros

Juan Emmanuel Culio disputa la pelota durante el encuentro del sábado con Andy ante la mirada de Infante. QUIQUE CURBELO

"Necesitamos de ese coraje que tiene él". Con esa frase tan concisa como contundente explicó Paco Herrera la titularidad de Juan Emmanuel Culio. El argentino sufrió un esguince de rodilla hace un mes contra el Tenerife y se le diagnosticó justo eso, un mes de baja. Empezó a ejercitarse con el resto de los compañeros el pasado miércoles y, al contrario que con la recuperación de otros jugadores, Paco Herrera no esperó.

La competencia en la plantilla es tan alta que el entrenador se ha permitido el lujo durante toda la temporada de dar tiempo suficiente de recuperación a los que proceden de lesiones. Prioriza a los que están a tope. Así ha ocurrido, sin ir más lejos, con Jonathan Viera, lesionado ese mismo día. Al de La Feria se le pusieron unos plazos de unas tres semanas y todavía no ha aparecido por una convocatoria. No quiere arriesgar el técnico por una lesión muscular, pero no tiene tanta paciencia con Culio, pieza clave en la primera vuelta.

Venía el argentino de una dinámica desastrosa. Estaba muy lejos de su mejor momento de forma cuando llegó su lesión. Había encadenado varias actuaciones muy por debajo de su nivel pero es tan importante en los planes de Paco Herrera que le dio la titularidad en cuanto se recuperó.

"Me he encontrado muy bien pero después un poco cansado, es lógico. Le dije al míster que estaba a un ochenta por ciento y decidimos jugar. He evolucionado bastante bien", aseguró el jugador. Y es que un poco de Culio es mucho para esta UD. Se marchó a 25 minutos para el final desfondado, pero el tiempo que estuvo en el campo rindió a un nivel superior que en sus últimos partidos.

Necesita la UD el equilibrio de Culio. La raza del jugador canchero, un hombre que manda en el centro del campo, que sabe cuándo toca detener el partido provocando faltas y cuándo poner la directa para lanzar un contragolpe. Contagia solidaridad, como el resto de compañeros en el centro del campo, y es vital para ayudar al lateral de turno. Y más aún si Sergio Araujo sigue jugando en el extremo zurdo, pues la presencia de su compatriota exige a un jugador que haga el trabajo sucio por detrás de él.

En este proceso depresivo ha echado de menos la UD las características del argentino. Faltaba un jugador que en los momentos duros pidiera la pelota y marcara el camino. Que no solo ordene desde la palabra sino también con sus gestos y decisiones. Con rodaje en campos de Liga de Campeones, no le quema el balón en los pies ni le tiembla el pulso. No fue el mejor Culio pero sí realizó una actuación notable teniendo en cuenta de dónde viene. Con el argentino inspirado será más fácil.

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