La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Fútbol El adiós de un referente

Fin de una era en Vecindario

El equipo sureño desaparece tras una larga agonía de deudas económicas

Xisco, exjugador del Vecindario, celebra en el Municipal un gol del conjunto sureño ante el Castilla durante la temporada en Segunda División. ADOLFO MARRERO

La tragedia de la UD Vecindario se ha confirmado. El último presidente de a bordo, Santiago Déniz, anunció la defunción de un histórico del fútbol canario. Las deudas contraídas en el pasado acabaron por terminar de asfixiar al club sureño, que se encontraba en una situación de desamparo subvencional debido a los números rojos que impedían su solicitud a las instituciones insulares.

El Vecindario, fundado en 1962, encontró su éxito en la primera década del nuevo siglo con distintos ascensos hasta llegar a Segunda División, convirtiéndose en uno de los cuatro equipos canarios que han competido en esta categoría. Una mala gestión económica a partir de esta nube exitosa llevó a la debacle, tanto deportiva como económica, que se certificó con la reciente desaparición de la entidad. La cantera, una de las bases deportivas que referenciaban al club, ha aportado numerosos jugadores de élite al fútbol canario y profesional. El equipo cadete y juvenil fueron los últimos encargados de defender el escudo albinegro en las competiciones insulares.

La presidencia de la entidad quemaba en los últimos años. Diferentes personas ocuparon el mandato, hasta llegarle la papa caliente a Santiago Déniz que decidió dar el paso trágico de certificar la desaparición del club. Algunos de los últimos presidentes, que prefirieron evitar las preguntas de este medio, se acusan entre ellos de la mala gestión.

El equipo, un referente del fútbol sureño, comenzó su andadura en 1962. Las primeras décadas se ciñeron a las categorías regionales. La llegada de Pacuco Rosales a finales de los ochenta significaron dos ascensos consecutivos: Preferente y Tercera. "En esa época el equipo tenía un espíritu de gente sana y con carácter humilde. Alfonso Suárez era un gran referente del equipo y su palabra valía más que cualquier contrato", indica Pacuco Rosales.

Once años en Tercera sirvieron para dar forma al equipo que consiguió acceder al fútbol profesional en la temporada 2000/2001. Tras una vuelta a Tercera por un curso, regresan a la categoría de bronce. Santi Lampón, una de las estrellas de aquel equipo, recuerda: "Ascendimos a Segunda B en una liguilla a la antigua usanza eliminando a equipos como el Tenerife B o el Castillo", rememora.

Tres años sirvieron para forjar las bases del equipo que conseguiría ascender Segunda en el 2006. Pacuco Rosales, que volvía al club, explica: "Ganamos al Cartagena en su campo y después rematamos contra el Levante, fue muy emocionante", indica el entrenador.

Morir de éxito

La llegada a Segunda exigía nuevas obligaciones a la entidad albinegra. Se tuvo que jugar en el estadio de Maspalomas hasta que se dispusiera de un recinto con césped natural y se prescindiera del sintético en que se jugaba anteriormente. Las carencias del equipo se hacían visibles incluso en el plano deportivo y se tomaron decisiones arriesgadas que fueron el germen de la muerte que se confirmó el miércoles. Raúl Borrero, histórico delantero del conjunto sureño y exentrenador, transmitió las sensaciones de ese tramo: "Diciembre mató al equipo, se destituyó a Pacuco y se hizo una inversión muy exagerada para el club y que continuó los años posteriores", explica.

El descenso a Segunda B supuso un dispendio incontrolado para una entidad que no estaba a la altura de las condiciones. Álex Cruz, uno de los referentes de la cantera del Vecindario y que debutó con el equipo en Segunda B, transmitió: "Fue una mala gestión a partir del descenso, se perdió el espíritu humilde del equipo y se comenzó a tomar malas decisiones", incidió Cruz.

Jóvenes ejemplares

De la cantera del equipo sureño han surgido un sinfín de jugadores de elite en el fútbol profesional. El máximo estandarte de la cantera es el astro argentino Mauro Icardi. El delantero del Inter de Milán, que la temporada pasada consiguió el capocannoneri del Calcio, no reniega de sus raices. "Si no hubiera jugado en el Vecindario no habría conseguido jugar en el Barça y conseguir todos los logros. Para mí es un honor haber salido de una Isla en la que se forman tantos jugadores", transmitió Icardi en un documental de Canal +.

La lista de canteranos es extensa: Fabricio, portero del Deportivo; 'Mandi' Sosa, mediocentro del Sporting; Álex Cruz, que milita en el Real Jaén; Adrián 'Pollo', con un paso por el Atlético de Madrid y Aridane, delantero del Bangkok Glass; entre tantos.

Y con la cantera se dieron las últimas bocanadas de aire de la entidad. La imposibilidad de acceder a subvenciones institucionales por las deudas contraídas dificultaba el pago a jugadores profesionales, por lo que la defensa del escudo albinegro quedaba en manos de los equipos juveniles y cadetes, que tantos éxitos lograron.

El último intento de mantener el recuerdo de la Unión Deportiva Vecindario lo dio Santiago Ledesma, antiguo directivo del equipo, al inscribir en la Dirección General de Deportes a un nuevo equipo denominado 'Vecinclub' para solucionar la situación de muchos de los canteranos que defendieron la camiseta hasta el último día.

Compartir el artículo

stats