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Baloncesto Liga Endesa

Cronografía de un sillón

El presidente Joaquín Costa está sentenciado por el Cabildo

Joaquín Costa (i), presidente del Granca, junto a Alberto Miranda, director gerente de la entidad claretiana. YAIZA SOCORRO

"Nadie cuestiona el sentir colectivo por el Gran Canaria. El Cabildo [propietario del club] debe estar siempre vigilante, pero no debe servir para la promoción personal de los cargos políticos, merece respeto y ha habido un exceso de intervencionismo y aprovechamiento de los recursos para autopromoción". Con estas palabras, Antonio Morales, presidente del Cabildo, esbozaba parte de su plan estratégico para el Granca antes de ser escogido por la ciudadanía en las últimas elecciones el pasado 24 de mayo.

Junto con Ángel Víctor Torres, vicepresidente y consejero de Deportes del Cabildo, los primeros pasos para reconvertir al Herbalife en un equipo donde no esté presente la mano del ente en el día a día del club se están dando. Una propuesta justo después de que el Granca haya vivido su etapa más politizada desde que el Cabildo se hiciese cargo de él en 1992, año de su conversión a una Sociedad Anónima Deportiva. Todo durante el último mandato del PP en el gobierno insular y con la figura de Lucas Bravo de Laguna -primer consejero de Deportes en ser vicepresidente- como actor clave.

Así, las primeras pinceladas del nuevo Herbalife Gran Canaria dejan la paleta para pasar al lienzo y empezar a retocar el organigrama amarillo. Y en ese nuevo cuadro se busca otro presidente. Joaquín Costa, actual cabeza visible del Herbalife, está fuera. La llegada del exentrenador del club al sillón presidencial se dictó en octubre de 2011, tras la salida de Agustín Medina y su directiva, en parte, por las imposiciones dirigidas desde el Cabildo. Bravo de Laguna vio en Costa el hombre ideal para ser el sustituto de Medina. Con menos carga de responsabilidad que sus predecesores, su tiempo en el cargo se agotará casi cuatro años después de su nombramiento. De momento, el Cabildo no le ha comunicado de manera oficial a Costa, ya sentenciado, que prescindirán de él.

Una cuestión aparte es Alberto Miranda, director gerente del club. Su continuidad se mantiene en el aire. Incorporado como asesor externo del club en 2011, un año después, tras el despido de Himar Ojeda, cogió las riendas del control administrativo y económico del Granca, ya integrado en el organigrama del equipo de la Vega de San José. A favor, Miranda tiene su gestión durante estos años. Sus capacidades han sido elogiadas desde dentro y desde fuera del club. También por técnicos del Cabildo de Gran Canaria, que han visto en él una pieza fundamental para el control monetario del club. En contra, tiene ser un hombre incorporado al aparato logístico del club bajo el mandato de Lucas Bravo de Laguna como consejero de Deportes del Cabildo de Gran Canaria y vicepresidente del club.

Renovado en mayo

La desvinculación de Miranda del club tendría un coste relativamente bajo para el Cabildo. De momento, con esa incertidumbre, el director gerente del Herbalife trabaja en cerrar el presupuesto del año que viene sobre el que ha trabajado el director deportivo Berdi Pérez -renovado con un contrato blindado también en mayo- para confeccionar esta plantilla. Una tarea que por los cambios en la Fundación Canaria del Deporte se ha demorado más que en otros años. La renovación era una cuestión casi obligatoria. Sin él, el Herbalife hubiera estado parado administrativamente estos meses de verano.

En este baile de tronos, el nuevo Cabildo tiene a su elegido para presidir al CB Gran Canaria. Miguelo Betancor, exárbitro internacional, licenciado en Filosofía y Letras y catedrático de Escuela Universitaria por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, reúne los requisitos que buscan Antonio Morales y Ángel Víctor Torres para su proyecto con el equipo. La idea seduce a Betancor, pero no a cualquier precio. El excolegiado aún tiene algunas dudas sobre el nuevo proyecto que tiene el Cabildo para la entidad claretiana y su modelo de gestión. Por otro, el respeto que profesa al todavía presidente Joaquín Costa y a todos los integrantes de la directiva del club amarillo. La reunión con el Cabildo queda emplazada para otro momento. La predisposición es buena, pero aún quedan muchos temas que tocar.

Con las oficinas del Cabildo bajo mínimos, los cambios no se sucederán de manera inminente. La nueva visión del Granca está en proyecto y septiembre será el mes decisivo. Todo para que el equipo estrene ese nuevo organigrama al comienzo del curso.

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