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Entrevista.

José María Padrón: "Que el árbitro es un deportista frustrado supone un insulto fácil"

"El nivel de arbitraje canario es alto y goza de buena salud, con gente que puja fuerte. Hay 4 internacionales", comenta el colegiado internacional

Padrón, atento a un encuentro en los pasados Europeos de Bakú, este año. LP / DLP

De usted no puede decirse que se dedicase al arbitraje por ser un deportista frustrado, como suele afirmarse.

Ésa es una frase hecha por entrenadores y jugadores, que viene a ser un insulto fácil. Yo no creo que el árbitro sea un jugador frustrado; conozco a mucha gente que arbitra internacionalmente en playa y que a la vez es jugador o entrenador de voleibol. Yo tuve que retirarme debido a las lesiones a los 24 años, tras haber ascendido a Superliga con el Orotava.

Fue jugador, es entrenador y árbitro nacional? ¿Dónde ha disfrutado más?

He sabido disfrutar de cada estamento en su medida. No sólo disfruto con un partido en sí, sino con todo lo que rodea al mismo. En un torneo internacional de playa, tras pitar varios encuen-tros diarios, tienes tiempo libre para visitar la ciudad y compar- tir buenos momentos con los compañeros.

¿Cómo se prepara para dirigir encuentros internacionales en la playa?

Tras terminar la temporada en pista suelo arbitrar en playa de mayo a septiembre, por lo que la Superliga me sirve de mantenimiento. También en los tres primeros meses del año voy a la playa de Las Vistas (en el sur de Tenerife) y dirijo partidos de entrenamiento a las parejas europeas que van por allí. Asimismo, como la reglamentación suele cambiar algo anualmente, me reciclo de forma continua. También practico el inglés, que es el idioma oficial de los eventos internacionales.

¿Le resulta más atractivo dirigir encuentros en la playa que en la pista?

Sinceramente sí, porque diri- jo varios partidos al día y estoy en mi salsa. Cuando se van elimi- nando parejas en los torneos y sólo tengo un partido diario que pi-tar me desespero. Además, hace unos ocho años la Federación Europea nos obligó a elegir entre ser internacionales en playa o pista; yo vivía en aquel entonces una época dorada en la playa y deci- dí continuar ahí, y mantenerme en el primer nivel todo el tiempo que pueda.

¿Qué se requiere para brillar en el mundo del arbitraje?

Creo que el árbitro debe transmitir confianza. Cuando antes de empezar un partido los jugadores de playa o de pista te ven y se olvidan de ti porque entienden que tus decisiones van a ser correctas, todo va a ir bien, ya que tienen confianza en tu trabajo.

¿Es más complicado dirigir un seis contra seis en cancha que un dos contra dos en playa?

Sí, porque al haber seis jugadores por equipo hay mayores posibilidades de que ocurran cosas y debes estar más atento. De todos modos, en la playa tienes que estar igual de concentrado, punto a punto, aunque no sea tan necesaria tu intervención.

¿Cómo calificaría el nivel arbitral en Canarias?

Tenemos un gran nivel, ya que somos cuatro colegiados internacionales entre pista y playa, lo cual está muy bien por dimensiones geográficas, y detrás hay árbitros nacionales que están pujando fuerte. Nuestro arbitraje goza de buena salud.

Sin embargo, a nivel de es-pectadores, las épocas buenas quedaron atrás. Eso tiene que dolerle a la gente que está en el voleibol?

Por supuesto. Es triste llegar a un pabellón en Superliga y ver que la gente involucrada en el partido supera al número de espectadores. En Canarias hay mucho deporte de élite, y en las islas no somos demasiados habitantes. Además, a los canarios nos gusta el equipo ganador; nos subimos al carro cuando acompañan los resultados, pero no apoyamos a un conjunto para que vaya creciendo.

¿Está bien pagado el arbi- traje?

Para mí el arbitraje es un entretenimiento y me sirve de desconexión de mi día a día. Bien pagado no está; en España estamos cobrando un 60% menos de lo que ganábamos hace dos años. A nivel internacional sí cobramos un poco más, pero no nos podemos plantear vivir de esto.

¿Algún encuentro del que guarde un recuerdo especial?

Mi primera final en un Circuito Mundial de voley playa, en San Petersburgo (2006), pero especialmente un partido de cuartos de final en el Mundial de 2009 en Noruega entre una pareja brasileña y otra americana, que fue tremendo. Terminé exhausto de la tensión con la que viví el encuentro.

Más recientemente, arbitró en la Olimpiada de Londres 2012.

Recibí la noticia de mi convocatoria mediante un email del presidente de la Federación Internacional de Voleibol, mientras estaba en un almuerzo familiar en casa de mis padres, y me quedé blanco, hasta el punto de que mi padre me preguntó que qué me pasaba. Yo siempre quise participar en unos Juegos Olímpicos, aunque fuese como espectador, y cumplí mi sueño al hacerlo como árbitro. Estuve 24 días en Londres y los tengo retenidos en mi mente. Ahora mi objetivo es estar en Brasil 2016, y me ilusiona pensar que me podría llegar una nueva citación.

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