La tenista grancanaria Carla Suárez, número 10 del mundo, confía en comenzar el torneo de Cincinnati (Estados Unidos) con una victoria que le permita dejar atrás su mala racha, tras haber cerrado su participación en Stanford y Toronto sin ningún triunfo en la modalidad individual.

"Estoy segura de que me daría algo de tranquilidad y confianza. Sería contra (Sloane) Stephens, ante quien perdí la última vez que nos enfrentamos, y lo valoraría de forma bastante positiva", señala Suárez, en un comunicado de prensa. La tenista española mejor colocada en el ranking profesional asegura que afronta este tramo de la temporada con "ambición y hambre por lograr buenos resultados".

"Emocionalmente hay que saber gestionar estos momentos con optimismo", indica Suárez, convencida de que, "con trabajo, humildad, sacrificio y lucha, los resultados acabarán llegando".

Durante el torneo de Cincinnati, su último torneo antes del Abierto de Estados Unidos, seguirá acompañada por Marc Casabó. Después, en las pistas de Flushing Meadows (Nueva York), Carla Suárez volverá a trabajar mano a mano con Xavier Budó. "El nivel de juego que tengo es bueno, simplemente me falta sacarle rendimiento. Me gustaría que las sensaciones fueran algo mejores en cuanto a horas de competición y es lo que vamos a intentar en Cincinnati", apunta.

En modalidad de dobles, la grancanaria formará pareja con Garbiñe Muguruza. Ambas figuran como octavas cabezas de serie en la especialidad y su estreno tendrá lugar ante el tándem compuesto por la rusa Elena Vesnina y la serbia Jelena Jankovic.