Con un par de maletas, una mochila, la funda de una guitarra, apareció pasadas las cinco de la tarde de ayer en la Terminal 1 del Aeropuerto de Gran Canaria uno de los fichajes del Herbalife: Kevin Pangos. Poco equipaje, la sonrisa que llevan encima siempre los jugones y una camiseta de su Universidad de Gonzaga, para recordar de dónde viene y por qué ha escogido al Granca. "Elegí al Herbalife por todo. Cuando mi agente me hablaba del Gran Canaria, me recordaba mucho a mi equipo de la universidad a la que fui [Gonzaga], porque parecía una familia con un genial ambiente, con unos seguidores fantásticos", explicó el nuevo director de juego a su llegada al aeropuerto.
Aunque no es la única razón que ha motivado que una de las grandes promesas del baloncesto canadiense haya señalado al Granca como primer paso en su carrera profesional. "Es un equipo que lleva teniendo éxitos muchos años, así que elegí al equipo por todos los motivos. Me gustan muchas de las cosas que me ofreció el Granca", continuó el base amarillo.
"Emocionado" por estar definitivamente en la Isla tras un largo viaje desde norteamérica, el grán propósito de Kevin Pangos este curso es mejorar cada día como jugador y poder ayudar al equipo a lograr objetivos a base de victorias. "Sólo quiero mejorar como jugador, intentar ser mejor y ayudar al equipo a ganar partidos y hacerlo lo mejor que pueda. Lo importante siempre es ayudar al equipo a ganar", comentó el joven jugador de apenas 22 años.
Cuestionado por lo que sabía del club, Pangos volvió a hacer alusión a la pasión de la grada del Gran Canaria Arena. "La gente con la que he hablado me ha dicho que es un gran equipo, que tiene una gran afición, muy apasasionada, que vive el baloncesto, que anima mucho en cada paso", aseguró. Una afición o una familia, como le gusta a él, que este año le acogerá con esa pasión.
