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Entrevista. Bicampeón mundial de bodyboard

Amaury Lavernhe: "Aunque vivo en Gáldar tengo el apoyo oficial de la Isla Reunión"

"El mar da una segunda oportunidad a los chicos que no van a la escuela, les ayuda a relacionarse" , apunta el deportista

Amaury Lavernhe: "Aunque vivo en Gáldar tengo el apoyo oficial de la Isla Reunión"

En su carrera profesional, su reto más inmediato es Portugal, con la cuarta prueba del Mundial de bodyboard, que usted lidera, y puede revalidar título...

Sí, a finales de septiembre tenemos dos pruebas allí, primero en Sintra, cerca de Lisboa. El circuito mundial tiene seis.

¿Cómo están las aguas por allí? ¿Ya las conoce?

Sí, hace muchos años que voy a competir a Sintra, y es un campeonato que va a celebrar sus 20 años y me gusta mucho, son playas de arena. En Canarias es un poco complicado para mí, no puedo entrenar mucho en ellas, porque donde vivo en el norte [Gáldar], no hay. Hay gente que es especialista en ellas, como los brasileños. Pero me gusta y septiembre es un buen tiempo para ir a Portugal y después de eso tengo un campeonato en Nazaré, al oeste del país.

¿Puntuable para el circuito?

Sí, es la quinta prueba, y la última está en Puerto Rico a principios de noviembre. En octubre habrá un campeonato internacional en El Frontón, pero no puntuará para el Mundial.

¿El rival más duro al que tendrá que enfrentarse?

Uri Valadão, de Brasil, campeón mundial de 2008, que ha ganado el campeonato de Sintra cuatro o cinco veces. Está segundo, detrás de mí. Hay también un sudafricano que se llama Jared Houston, que ganó en Chile hace dos semanas, está un poco detrás de nosotros, pero está ahí.

¿Cómo lo afronta?

Con muchas ganas y voy a prepararme bien. Estoy supermotivado, no puedes predecir el futuro porque el bodyboard es tan subjetivo, con la ola que va a haber, te toca la ola o no y ya está. Al final hay que ir preparado e improvisar.

Siempre ha afirmado que muchos bugueros de Gran Canaria podrían disputar un mundial. ¿Cuál es el potencial de la Isla?

El mundo entero sabe que en Canarias el nivel de bodyboard es impresionante. Hace cinco o seis años había casi 10 personas canarias en el tour mundial. Hoy en día hay uno, sólo que hay menos apoyo, aunque el nivel está subiendo y hay más niños. Hay sólo un chico de Tenerife, que se llama Diego Cabrera, que acababa de terminar tercero en Chile. Antes de encontrarme con mi mujer [de Gáldar], yo estaba en Canarias porque es el mejor sitio para entrenar.

¿Por qué no hay apoyo institucional y empresarial?

Ya de sponsors privados, olvídate, y a nivel institucional no hay. Aunque vivo aquí, todavía tengo apoyo de Isla Reunión, poco, pero lo tengo cada año para viajar y si hago un buen resultado, tengo premio.

Y si hay tanto talento, ¿por qué no se apoya? Se desperdicia entonces...

Es raro. No lo entiendo, porque ¡aquí hay un nivel bestial! Conozco a 10 pibes en el Archipiélago que podrían competir en el Mundial, representar a las Islas. En 2012 el mejor campeonato de la historia del bodyboard estaba aquí, en El Frontón, y después en 2013 y 2014 no lo hubo, y en 2015 tampoco todavía.

¿Sigue apadrinando a Wilian, un chico galdense?

Sí, estuvimos surfeando juntos ayer [por el pasado lunes].

¿Cómo es su progresión?

Está ahora mucho más grande, tiene mucho potencial. Es un niño que también está trabajando mucho en la escuela, tiene muy buen equilibrio. Tiene 14 años, habla inglés a la perfección, es un pibe muy listo. Siempre mi condición para llevarlo a surfear y dejarle material era que trabajara bien en la escuela y lo hace muy bien. Yo fui a la universidad hasta los 23 años, estudié Educación Física en Isla Reunión, y después paré para hacer sólo bodyboard.

¿Cuántos años más le veremos sobre la cresta de la ola?

En el agua, ¡espero toda mi vida! [entre risas]. Hoy en día hay gente en el tour que tienen entre 35 y 40 años. En mi caso, de forma profesional espero estar en lo más alto en los próximos cinco o diez años.

Y después, ¿qué rumbo profesional tomará?

Ya estoy empezando a dar charlas, a entrenar a los niños, todo eso es lo que me mola y en lo que me voy a reciclar. Estoy estudiando para ser entrenador personal fuera del bodyboard.

¿Cuál es su aportación en La ola compartida, un proyecto de integración social de jóvenes con medidas judiciales a través del surf y bodyboard en la playa de La Laja?

Mi mensaje estaba en mi trayectoria, dónde empiezo, que nunca fui un genio del bodyboard, y que todavía no lo soy, sino que soy un competidor que trabaja. Tengo amigos que son tan buenos, que no necesitan entrenarse ni cuidar su dieta. El bodyboard es un deporte tan simple y bonito para conectarse con el mar, y al salir del agua, tienes una sensación muy limpia. Aunque estás con tus amigos, es un encuentro con uno mismo, estás solo con tu tabla y las olas. El desarrollo físico es muy importante para los jóvenes. Los que tienen 16 años y ya están cansados porque fuman y piensan que no tienen fondo, no es así, aún tienen un gran potencial, el cuerpo cambia muy rápido a esa edad.

¿El mar les da una segunda oportunidad en la vida?

Exacto, haciendo deporte y estar con tus amigos en otro rollo diferente a la calle, en la playa, y cuidarte tu físico también. Es también algo social, te ayuda a encontrarte con otra gente y te motiva.

También les inculca hábitos...

Sí, muchas veces las olas están mejor por la mañana, entonces hay que levantarse temprano. Hay que saber cuándo está la marea alta, baja, entonces pone horario, un poquito de ritmo y una estructura en tu vida, en tu tiempo, y es muy importante para los jóvenes si no van a la escuela. Mi vida va con el ritmo de la olas, con la previsión de olas por internet, puedo saber cómo mi semana estará organizada.

La ola compartida es especial al igual que la de El Frontón (Gáldar) y la de El Picacho (El Altillo) lo son en su vida. ¿Con cuál se queda?

Mucha gente no conoce El Picacho, pero El Frontón es una de las mejores olas del planeta para bodyboard, muy consistente y da miedo. Yo vivo enfrente y siempre es un desafío. A mí también me da cosa. Da respeto y nadie te puede decir que se siente cómodo en ella.

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