El ruso Sergey Shubenkov y la holandesa Dafne Schippers devolvieron el orgullo a los velocistas de raza blanca con sus respectivas victorias en 110 m vallas y 200 metros en la séptima jornada de los campeonatos del mundo, que devolvió el título de longitud a la estadounidense Tianna Bartoletta diez años después.

El mismo día en que se conoció la noticia del dopaje del único marchador ruso -Aleksandr Yargunkin- que iba a competir en Pekín, Shubenkov llevó un mensaje de esperanza al equipo convirtiéndose en el primer campeón mundial blanco en las vallas altas.

Le precedía una fama de gran competidor y lo ratificó sobre la pista. Shubenkov fue arañando centímetros hasta cruzar la meta con récord nacional (12.98) por delante de los grandes ases de raza negra. El jamaicano Hansle Parchment terminó segundo con 13.03 y el estadounidense Aries Merritt, campeón olímpico, tercero con 13.04.

El campeón anterior, el estadounidense David Oliver, llegaba séptimo y penúltimo con 13.33.

Veinte minutos antes, Dafne Schippers, hasta ayer reina sólo de la velocidad europea y "gran esperanza blanca", se había colgado la medalla de oro en 200 metros al batir con un nuevo récord de los campeonatos (21.63) a las jamaicanas Elaine Thompson (21.66) y Veronica Campbell-Brown (21.97).

Una recta final majestuosa entregó la corona a la holandesa, que había desembocado tercera en la curva y terminó comiéndose a las dos jamaicanas. Cuatro días antes, Schippers sólo había cedido ante otra jamaicana, la más grande: Shelly-Anne Fraser-Pryce.

En el foso de longitud, Tianna Bartoletta, que ya fue campeona mundial en 2005 como Tianna Madison, recuperó el título diez años después gracias a su último salto, de 7,14 metros, que relegó al segundo lugar a la británica Shara Proctor (7,07).

En la última final del programa, la jamaicana Daniele Williams, reciente campeona de los Juegos Estudiantiles, se erigió con 22 años en nueva reina universal de los 100 metros vallas con la mejor marca de su vida (12.57), batiendo por dos centésimas a la alemana Cinci Roleder. La menor de las Williams -su hermana Shermaine acabó séptima con 12.95- sorprendió a las favoritas en una carrera que registró un fracaso estrepitoso de Estados Unidos, que alineaba a cuatro en semifinales y aspiraba incluso al triplete. Al final, ni siquiera podio. La defensora del título, Brianna Rollins, se quedó a las puertas.