La selección española de atletismo, que había enderezado el rumbo dos años antes en los Mundiales de Moscú, volvió a las andadas en Pekín, donde la medalla de oro de Miguel Ángel López no basta para tapar carencias que empiezan a ser reiterativas, como las del mediofondo. El director técnico, Ramón Cid, no ha escurrido el bulto: "Ha sido una actuación, en general, muy floja, La mitad de los 40 ha estado claramente por debajo de las expectativas".

En Moscú 2013 quienes sacaron las castañas del fuego fueron los mismos. Miguel Ángel López y Ruth Beitia regresaron con sendas medallas de bronce, y España con cinco finalistas. Ahora, el murciano ha mejorado la calidad del metal, pero la saltadora se ha quedado a dos centímetros de la medalla. Un decimoséptimo lugar de Sandra Aguilar en el maratón, a 25 segundos de su objetivo, la plaza olímpica, que habría ganado con el puesto 15, cerró la actuación española en los Mundiales, pues nadie había llegado a las seis finales vespertinas.

El domingo anterior, España terminó la sesión matinal de la segunda jornada al frente del medallero y se las prometía felices con el oro de López para lanzar la moral de todo el equipo, pero las jornadas se sucedieron después sin que nadie más, hasta el penúltimo día, apareciera en puestos de finalista (ocho primeros).

En Daegu 2011, con una medalla (el bronce de Natalia Rodríguez en 1.500), dos finalistas y una raquítica suma de 11 puntos, España cuajó su peor actuación en la historia de los Mundiales. Sólo Natalia y Manuel Olmedo (cuarto en 1.500) salvaron los muebles del atletismo español, no habituado a ocupar puestos tan retrasados en el medallero (33) ni en la clasificación por puntos (30). Dos años después, en Moscú, el equipo obtuvo el puesto 31 en el medallero y el 17 en la clasificación por puntos, sólo con uno más que en la ciudad surcoreana.

En Pekín, el oro de Miguel Ángel le hizo ganar muchos puestos en el cuadro de metales (decimoquinta) pero la selección se despeñó en la lista por puntos (vigésimosexta) debido a la floja actuación general.

Cid: "La peor imagen"

El director técnico de la Federación Española de Atletismo, Ramón Cid, reconoce que el equipo ha tenido una actuación "en general muy floja" en los Mundiales de Pekín y admite que ha dado "peor imagen de lo que es el atletismo español, porque la clase media no luce y falta aristocracia".

"Tenemos bastante clase media pero poca aristocracia, que es la que luce en unos Mundiales. Me salían cuatro o cinco finalistas y dos medallas, pero eso es lo que salía sobre el papel con una gotita de optimismo. La imagen que se ha dado es peor de lo que es el atletismo español, porque tenemos muy buenos jóvenes y una buena densidad", afirmó al hacer balance de los campeonatos.

"Salvo honrosas y no muchas excepciones", añadió, "la valoración general es muy floja. La mitad (20) han estado claramente por debajo de las expectativas que traíamos". Cid destacó "actuaciones que destacan por sí solas, muy escasas", como la del marchador Miguel Ángel López, nuevo campeón de 20 kilómetros, "que cada día se hace una figura mundial más sólida".

"A Ruth Beitia (quinta en altura) la valoro como muy bien", señaló. "Cuando se pelea y se hace todo lo posible no se puede pedir más, ha estado en la pomada. Y otros lo han hecho bien, aunque sin puestos de relumbrón como el maravilloso noveno de Chuso (García Bragado) o el décimo de María José Poves (ambos en marcha)". Cid se refirió a otro colectivo prometedor. "Gente nacida en el 90 o 91 que me gustan mucho, es el relevo potente generacional de cara a los Juegos de Tokio 2020. Me han gustado sus actitudes".

En el lado negativo, dijo, "más allá de los finalistas y medallas, hay un 50 por ciento que han estado claramente por debajo de las expectativas, no han estado a la altura. ¿Motivos? Detrás de cada atleta hay una vida y un mundo. Todos tienen sus motivos pero no hay motivos para que tanta gente no lo haga bien".