El doctor Fermín Martínez Gómez, que ejerció la medicina durante 78 años -se retiró hace apenas dos años, cuando ya contaba 98- ya es centenario, como lo atestiguan las velas que sopló ayer en su tarta de cumpleaños en la intimidad de su hogar; si bien este sábado se reunirá junto a sus cuatro hijos, 15 nietos, 15 bisnietos y algunos familiares más hasta casi sobrepasar la centena para, alrededor de un almuerzo, festejar como se merece la ocasión.
Además de un médico muy querido por sus pacientes -"no sé por qué, quizá porque soy muy simpático y hablo mucho con todos ellos", reseñaba ayer mismo-, Fermín Martínez Gómez fue asimismo un afamado golfista, ganador de importantes torneos en el Real Club de Golf de Bandama, y en lo alto de la caldera ubicada en Tafira, practicó este deporte por espacio de 67 años, con un juego, según recuerdan quienes le vieron jugar, sencillamente excepcional.
A lo largo de su vida, el médico y golfista ha tenido multitud de vivencias y anécdotas que, a sus cien años, perduran en su memoria, pues posee una salud de hierro "como aquellos McGregor que utilizaba como palos en primeros tiempos del golf", pero son pocas las que cuenta, como de su etapa en la Guerra Civil española, de la que sólo señala: "Yo era un simple soldado, y me faltaba una asignatura para acabar medicina, pero ejercía como médico y me pagaban ¡300 pesetas!, lo cual era una fortuna entonces y era lo que cobraban los generales".
En el calor del hogar, Fermín Martínez sigue evocando su etapa como médico y como jugador de golf "que ya no puedo practicar, sobre todo por la vista", finaliza.
