Saray Manzano permaneció todo el mes de agosto en diferentes lugares de la península, aunque en contacto con el vóley, en la playa: "Debería desconectar, con la caña que me dan durante la temporada, pero en verano me llaman para representar a la selección canaria y estoy orgullosa de ello, porque son los colores que siento de verdad". La jugadora lleva el número 8 en la cancha y también junto al cuello, en forma de colgante: "A mí me gustaba ver a la argentina Ana Paula Valle en el Olímpico; ella llevaba ese número, y al quedar libre me lo quedé". Saray espera estudiar "idiomas, porque me encantan y me vendrán bien si juego fuera, que será lo más probable, aunque también querría entrar en la Academia de Policía Nacional, ya que me gusta ayudar a la gente, y tengo cualidades físicas para desenvolverme bien en esa profesión". La joven reconoce que, económicamente, "desde muy joven se me ha valorado muchísimo en el Olímpico, de lo cual estoy agradecida, pero me gustaría jugar fuera, aunque no quiero estamparme, sino aprender lo que me falte para marcharme cuando esté preparada".
