El irlandés Nicolas Roche (Sky) sacó brillo a un apellido ilustre del ciclismo mundial con su victoria en la decimoctava etapa de la Vuelta. En el nombre del padre, Stephen, ganador del Tour, Giro y Mundial en 1987, alzó los brazos en Riaza, donde el holandés Tom Dumoulin cruzó la meta de rojo, al superar el primer examen.

Roche, de 31 años y primo de Daniel Martin (Cannondale), que abandonó en la presente edición, batió en un esprint entre dos al español Haimar Zubeldia (Trek), ambos únicos supervivientes de los 25 escapados que animaron la jornada.

El irlandés resistió al ciclista guipuzcoano y a la picadura de una avispa que le percutió en la mano a falta de tres kilómetros. No hubo dolor, en tal caso "algo de miedo", pero celebró su segunda victoria en la Vuelta. La primera en el Monte da Grove, en 2013.

Los favoritos entraron juntos a 38 segundos con Alejandro Valverde en cabeza. Allí estaba, tan tranquilo, Tom Dumoulin, con su flamante maillot rojo. Primer examen aprobado de los tres que le restan hasta Madrid. Esperaba ataques, y los tuvo, pero el chico de Maastricht anda sobrado. "Tuve claro que iba a seguir de líder sin problema", apuntó el holandés.

Hoy se disputa la decimonovena etapa entre Medina del Campo y Ávila, de 185,8 kilómetros, con un puerto de segunda categoría (Alto de La Paramera) a 19 kilómetros de meta.