Dice el refrán que "después de la tormenta llega la calma", pero en el caso del césped del Estadio de Gran Canaria será al revés. Este es el undécimo día de descanso del tapiz de Siete Palmas. La última vez que vio competición el terreno de juego fue el 30 de agosto ante el Levante UD. En el día del cierre del mercado de fichajes, los descartes y suplentes de Herrera jugaron ante el equipo de 'la esperanza' -formado por jugadores de la cadena amarilla que no participaron el fin de semana con sus equipos-. Desde entonces, la hierba del Gran Canaria ha descansado. Y aún le quedan nueve días más. La mejoría ha sido palpable, pero aún le resta para estar bien. En total, 21 días de distancia entre un partido y otro, gracias al parón para los compromisos de selecciones nacionales y el partido que la UD juega el domingo en Vigo ante el Celta. Tras esta calma llega una vorágine para el césped del Gran Canaria. Con dos partidos en apenas cuatro días. El primero, el domingo 20 de septiembre ante el Rayo; el segundo, el miércoles 23 contra el Sevilla.
