En el remodelado Pepe Gonçalves se volvió a hacer realidad el dicho de que el que perdona acaba pagándolo. Esto fue lo que sucedió ayer al Huracán, que dominó durante casi todo el encuentro, sobre todo en la primera mitad, pero no aprovechó su control ni las ocasiones que creó, aunque no fueron demasiadas tampoco, y al final, un tanto en el minuto 94 del escurridizo Nico Ledo, que con habilitad se deshizo de dos contrarios dentro del área, facilitaba el triunfo del Marítima.
Desde un principio, el equipo local tomó el mando y la posesión de la pelota ante un adversario bien arropado atrás y que trataba de salir a la contra. En este primer periodo, el Huracán, pese a su dominio, sólo tuvo una ocasión clara de gol. Brian, desde un lateral de la portería se encontró con un balón, pero el guardameta Óscar le cerró bien y evitó que lo mandara a la red. También el cuadro conejero tuvo una oportunidad de ponerse por delante en el marcador con un disparo desde fuera del área de Nico Ledo, que se le fue fuera por poco.
La segunda parte estuvo mas equilibrada. El Marítima no se mostró tan conservador, y llegó con mas asiduidad a la meta defendida por Leandro. Suya fue la primera ocasión con un cabezazo de Enma, que se fue alto. También el local Raúl, sólo ante el portero, remató por encima del larguero. El ex amarillo Saúl ahora en el Marítima, mostró la calidad que atesora y después de internarse tira demasiado cruzado. La entrada al campo del grancanario Torres le dio mas mordiente al ataque del Huracán, pero el delantero local no estuvo acertado y erró dos ocasiones claras.
Cuando ya todos daban por bueno el empate llegó el tanto de Nico Ledo, en una contra del Marítima muy bien culminada por el exterior conejero. Al final, decepción en el equipo local por esta derrota tan inesperada como injusta.
