El árbitro grancanario Rubén Jiménez González se ha convertido en el protagonista de una de las jugadas más polémicas del fin de semana dentro del fútbol nacional. El colegiado de Gáldar dio por válido un gol de L'Hospitalet al Barça B en un partido correspondiente al Grupo 3 de Segunda B, en el Mini Estadi, que debió ser anulado de manera evidente al cometer un jugador visitante una acción ilegal.

Después de que el filial azulgrana recortara distancias en el marcador por medio de un tanto de Dongou (1-2, min. 92), L'Hospitalet sentenció el partido con una jugada surrealista: sacó de centro con rapidez y, con un pase en profundidad hacia Ruibal -que se encontraba cerca del área local en ese momento (cuando debía estar en campo propio, como determina el reglamento)- sorprendió a la zaga del Barça B con un tanto que materializó Bigas tras un pase del propio Ruibal -como se puede ver en un vídeo que se ha hecho viral en internet-.

Ni Jiménez González ni ninguno de sus asistentes se percató de la irregularidad, trampa que tampoco protestaron los jugadores del filial del FC Barcelona. En rueda de prensa, Gerard López -entrenador azulgrana- consideró que "es increíble que ni el árbitro ni los linieres se hayan dado cuenta".