La guerra de los derechos televisivos provocó el primer conflicto de la temporada con los partidos de la Liga de Campeones. La falta de acuerdo entre Mediapro, que adquirió los derechos de la competición para España, y Movistar + impidió a muchos aficionados seguir en buenas condiciones los partidos que no se emitían en abierto, todos excepto el Real Madrid-Shakhtar.

Mediapro, el grupo presidido por Jaume Roures y que hasta el pasado verano gestionó Gol Televisión, adquirió los derechos de la Liga de Campeones para las próximas tres temporadas, para lo que creó el canal beIN Sports en sociedad con Al Jazeera. Roures llegó a un acuerdo con Telecable, Orange y Vodafone para que incluyesen beIn Sports en su oferta.

Sin embargo, la plataforma con mayor número de abonados, Movistar +, no aceptó las condiciones de Roures, con lo que casi cuatro millones de clientes no tienen la Liga de Campeones en su paquete futbolístico. La única posibilidad para ver los partidos en sus domicilios es abonarse a totalchannel.com, que por 9,95 euros al mes ofrece nueve canales, entre ellos beIN Sports.