Cierto temor había entre los organizadores de la LPA Night Run, que se disputará el próximo 24 de octubre, ante la reunión que tenían prevista sostener en la jornada de ayer con los miembros de la junta de seguridad de eventos de la capital grancanaria. Sin embargo, todos esos temores se disiparon tras conseguir el plácet de la misma al proyecto de cambiar la ubicación de la salida y la meta de las carreras en esta nueva edición, que se establecerán en la calle Mas de Gaminde, utilizando posteriormente las instalaciones del viejo Estadio Insular como zona de esparcimiento de los participantes.

Pero ésa no ha sido la única buena noticia para la organización, que el pasado viernes cerraba las inscripciones de la carrera de 10.000 metros copando el total de las plazas previstas, con lo que volverá a contar con 3.500 participantes. Además, para la media maratón (21 kilómetros) tan sólo restan 150 plazas libres de las 1.500 que se pusieron a disposición de los atletas. Dos gratas noticias para los organizadores, que se han desvivido por innovar de cara a esta edición.

Así, por ejemplo, habrá liebres para quienes quieran hacer buena marca en la media maratón; se ubicarán cuatro puntos de animación: Auditorio, Mesa y López, Plaza de la Feria y Plaza de Santa Ana; habrá puntos de recogida de geles; y toda una serie de novedades encaminadas no sólo al disfrute de los corredores sino, también, de los muchos aficionados que esperan se acerquen a presenciar la prueba, no sólo en la zona de salida y llegada de las carreras, sino también a lo largo y ancho del recorrido.