En la madrugada de este lunes al martes fallecía, en la capital grancanaria y a los 64 años de edad, José Merino González (Las Palmas de Gran Canaria, 13/09/1951), exárbitro de Primera División y, durante los últimos veintiún años ligado a la UD Las Palmas en diversas facetas, como fueron las de director general, delegado y jefe de instalaciones y material de la entidad amarilla.
Desde niño, la ilusión y todos los esfuerzos de José Merino se encaminaron a ser árbitro de fútbol y, de hecho, dirigía los partidos que sus compañeros de colegio disputaban durante el horario de recreo. Así, a medida que fue creciendo, su vocación como árbitro también se acrecentó y el 1 de mayo de 1968 infresaba en el Colegio de Árbitros de Las Palmas como auxiliar para paulatinamente ir ascendiendo categorías hasta llegar a la Primera División, de la que se retiró antes de cumplir la edad reglamentaria, descorazonado y desilusionado por no lograr la escarapela de colegiado internacional.
Merino ascendió a Segunda Regional en 1969, un año después lo hizo a primera regional y en 1972 llegó a Tercera División, donde se mantuvo hasta que, en 1977, logró el ascenso a Segunda nacional, ascenso que obtuvo conjuntamente con su compañero de colegio y amigo, Fernando Sosa Saavedra.
Debut en Segunda
Debuta Merino en la división de plata del fútbol nacional cuando ya habían transcurrido nueve jornadas. Fue en la décima y lo hizo en La Romareda, dirigiendo un choque entre el Real Zaragoza y el Real Club Celta de Vigo que finalizó con triunfo maño (2-0, goles de Camus y Juanjo, y mostró cartulinas amarillas a Bastos, Villar, Vavá y Juan). Esa temporada dirigió un total de 11 encuentros, mostrando un total de 22 cartulinas amarillas y 1 roja.
Se da la circunstancia curiosa de que el último servicio al fút- bol -ese deporte que tanto amaba- de José Merino, como delegado de la UD Las Palmas, también tuvo al Real Zaragoza como uno de los protagonistas: fue el pasado 21-J en el Estadio de Gran Canaria, día en el que la entidad amarilla lograba, después de trece años, ascender de nuevo a la Primera División.
Apenas estuvo Merino González dos temporadas en Segunda División -si bien, estando ya en Primera, no le importó bajar esporádicamente a la división inferior para dirigir partidos, como hiciera en las campañas 90-91 y 91-92-, y entonces logró el ansiado ascenso a la Primera División.
Debut en Primera
Sería en la primera jornada de la temporada 1979-80, en partido disputado el 08/09/1979, cuando se produjera el debut de José Merino González en Primera División. Fue en el encuentro que enfrentó, en el viejo y desaparecido estadio de la Carretera de Sarriá, a Español y Almería, con triunfo del cuadro 'perico' por 5-2, anotando cuatro goles, uno de ellos de penalti, el delantero periquito Marañón. El otro gol de su equipo, al que entrenaba Irulegui, lo marcó Amarillo, y los tantos del conjunto almeriense, dirigido desde la banda por el técnico Maguregui, fueron obra de Corral y Serrán. Esa temporada dirigió un total de 13 partidos en la máxima categoría del fútbol español.
En total, José Merino dirigió 208 partidos de competición de Liga, 172 de ellos en Primera División, con un balance de 643 tarjetas amarillas y 38 rojas en las 17 temporadas (15 de ellas en Primera) que estuvo en el fútbol de elite español, donde se labró un nombre y donde demostró ser uno de los mejores árbitros.
La escarapela internacional
Llegados a la finalización de la temporada 1993-94, José Merino decide que, con 43 años y aún teniendo por delante varias temporadas más antes de llegar a la edad reglamentaria para la retirada, era el momento de colgar el silbato. Y lo hace por una razón muy importante: el Comité Nacional de Árbitros le negó la escarapela de árbitro internacional al decidir concederla a Raúl García de Loza.
"Merino, como yo mismo, pagó la insularidad y por eso no llegamos a ser internacionales", señalaba ayer a este rotativo José Santana Páez, el isletero que tuvo el honor de ser el primer árbitro canario de Primera División y con el que José Merino salió en infinidad de ocasiones en calidad de lo que hoy día llamamos árbitro asistente y, por entonces, denominábamos juez de línea o linier.
Su último partido en Primera fue en el José Zorrilla de Valladolid, donde se enfrentaban el conjunto blanquivioleta y el Celta de Vigo. Era la última jornada de Liga y por eso se dijo siempre que el partido estaba amañado entre los dos equipos, pues con el empate los dirigidos por Pepe Moré evitaban el descenso directo, aunque jugarían la promoción, y los olívicos escapaban de cualquier problema. El choque, de guante blanco, finalizó con empate sin goles. Y Merino, que estuvo auxiliado en las bandas por los trencillas grancanarios de Tercera Blas Herrera y Ramón Ortiz, no tuvo necesidad de mostrar ninguna cartulina.
Ingreso en la UD Las Palmas
Tras dejar de ejercer como árbitro -de forma oficial y en competiciones nacionales, porque ser árbitro lo llevó siempre muy dentro y hasta el pasado año aún dirigió partidos y en buena forma física-, a principios de la temporada 1995-95 se incorpora a la UD Las Palmas, con el equipo en Segunda B.
En un primer momento lo hace para desempeñar funciones como director general, habida cuenta de que en el club querían aprovechar su amplia experiencia en el fútbol nacional.
Dos años después, con la llegada a la entidad de Pío XII de Gerencia Deportiva, Pepe Merino pasó a ejercer como delegado del primer equipo y jefe de instalaciones y material del club, debido a la contratación del abogado asturiano Sabino López, todo un experto en sociedades anónimas deportivas, para llevar la dirección general.
Poco después, coincidiendo con el fichaje de Mariano García Remón como entrenador, queda sólo al frente de las instalaciones y el material -y lo hace durante varios años-, pues el club decide contratar en funciones de delegado a Paco Castellano, al que luego sucederían en el cargo Paco Suárez, Pepe de la Rosa, Antonio Gil, Manolo López y Daniel Carnevalli, hasta que, con el acceso de Miguel Ángel Ramírez a la presidencia, José Merino vuelve también a retomar las funciones de delegado del primer equipo; funciones que desempeñó hasta el pasado 21 de junio (21-J), día en el que la UD logró el retorno a la Primera División.
