Hablar de José Merino, Pepe como le llamábamos los amigos, se hace duro justamente en estas circunstancias de su fallecimiento. Merino fue compañero y amigo, aunque la lejanía no hiciera factible una mayor convivencia, pero ello no era óbice para tener una estupenda relación. Con su fallecimiento se pierde una persona muy importante para el arbitraje grancanario y para el arbitraje en España.
Se va un gran árbitro y una mejor persona, porque siempre tuvo un trato afable y exquisito con mi persona, desde que salíamos como jueces de línea a competiciones internacionales, con Franco Martínez, por lo que tengo una gran recuerdo de él.
Se nos va un hombre importante en el fútbol, con el que compartí muchos cursos, tanto en Las Palmas como en Santander, mientras estuvimos en Segunda y en Primera.
Fue un árbitro importante. Demostró gran calidad siempre. Lo único amargo de su carrera fue no conseguir la escarapela de árbitro internacional que, sin embargo, creo que merecía. Mereció llegar más lejos.
Luego, también realizó una gran labor como delegado de la UD Las Palmas, querido por todos y de ahí que yo mismo le entregase el premio a mejor delegado de Segunda en la temporada 2010-11.
La vida es así y se nos va una gran persona. Mucho ánimo desde aquí a todos sus familiares y amigos del arbitraje.
"Todos le respetaban por su gran imagen"
El actual presidente del Colegio de Árbitros, Pedro Díaz, señalaba ayer que "la primera imagen que tengo de mi llegada al Colegio, hace 33 años, es la de Merino jugando al dominó con lo compañeros, porque le gustaba hacer piña. Desde entonces sólo puedo decir que era una excelente persona, exigente con todos, pero consigo mismo el primero. Y como ábitro no lo voy a descubrir. El mejor. Un árbitro de elite y los clubes le respetaban por la imagen que se labró, con las ideas claras".
"Simplemente impresionante"
Carmelo Rodríguez Martel, también excolegiado de Primera, se mostraba asimismo muy afectado por el fallecimiento de Merino. "Un árbitro simplemente impresionante al que las injusticias de la vida le impidieron ser internacional. Tuvo siempre un trato exquisito y excelente conmigo. Una gran persona que siguió mi trayectoria desde que entré al colegio. Apenas una semana después de hacer el curso me llevó de línea a un partido de Copa. Una persona excepcional".
"Era un colegiado excepcional"
El excolegiado de Primera Fernando Sosa Saavedra, que debutó en Segunda junto a Merino, muy afectado por la muerte de éste, señalaba que "se nos ha muerto un buen amigo, que era mejor persona aún, y buen compañero. Era mi compadre además de mi amigo y no tengo palabras para describirle. Un árbitro excepcional, el mejor. Hicimos varios partidos juntos como líneas de Santana Páez y subimos juntos a Segunda. Tenía su genio, pero era amigo de sus amigos".
"Árbitro y persona extraordinaria"
José Santana Páez fue el primer árbitro canario de Primera División y uno de los espejos en los que se miraba Merino. "Me entero por usted de su óbito y me da gran tristeza. Un gran árbitro y una persona extraordinaria. No fue internacional, como yo tampoco, porque no somos peninsulares y pagamos nuestra condición de isleños, pero sin lugar a dudas Merino lo merecía. Un hombre serio y cabal que ni fumaba ni bebía y vivía para el arbitraje", señalaba.
