"¿Cuál es la ley de la selva? Pega primero y avisa después". Esa conclusión, convertida en doctrina con el pasar de los años, la redactó Rudyard Kipling en las primeras páginas del Libro de la Selva. Ahora, 131 años después de la publicación de la obra, ese corolario aún sigue vigente. Y vale para iluminar el camino que hoy comenzará a transitar el Herbalife Gran Canaria. Presente, por su condición de subcampeón de la Eurocup, en la Supercopa Endesa, al equipo claretiano le espera, en su primer compromiso oficial del curso, uno de los reyes de la jungla: el FC Barcelona Lassa. La cita, en el Martín Carpena de Málaga, arrancará a las 18.00 horas (Teledeporte).
La prueba es mayúscula para el Granca, que anda metido en pleno proceso de construcción tras incorporar a seis nuevos jugadores. Eso, en un proyecto comandado por Aíto García Reneses, suele llevar su tiempo. No es un asunto corriente. Esto, con el técnico madrileño a los fogones, no va de un plato de comida rápida; es cocina de autor. Hay conceptos que instruir por parte del cuerpo técnico e ideas que asimilar entre una plantilla que, para colmo, se ha visto condicionada por el calendario de torneos internacionales: Sasu Salin, Eulis Báez, Alen Omic y Pablo Aguilar se incorporaron al grupo, durante la pretemporada, con el trabajo ya en marcha.
Así, con la casa aún por hacer, el Herbalife Gran Canaria se presenta a un escenario que se asemeja a la selva. Sin tiempo para encajar todas las piezas, con el motor aún al ralentí, el conjunto claretiano afronta una prueba de máxima exigencia: el FC Barcelona Lassa, un rival que mantiene su foco de proyección hacia las alturas, justo donde reina un Real Madrid campeón de todo durante el ejercicio anterior -Supercopa, Copa, Euroliga, Liga y, el otro día, Intercontinental-.
También anda el Barça en una especie de trabajo de remodelación, una aventura que lleva el sello de Xavi Pascual -y la complicidad de Joan Creus en la zona de despachos-. Como siempre, faltaría más, el equipo azulgrana va sobrado de talento, pero en su objetivo por destronar al Real Madrid ha incorporado piezas que de lejos, tal vez, no brillen tanto como otros nombres del circuito FIBA pero que encajan como un guante en la idea del juego que sostiene el entrenador catalán.
Carlos Arroyo, con amplia experiencia en la NBA, refuerza -y sobre todo- complementa la posición de base del FC Barcelona Lassa. Si Tomas Satoransky, con sus 2,01 metros de altura, sobresale por su capacidad atlética para defender o dividir las defensas al entrar a canasta, el uno boricua es hábil para superar el bloqueo directo y anotar desde el perímetro. La llegada de Pau Ribas, con talento para anotar y capacidad para defender, multiplica el valor de una rotación exterior en la que el salto de calidad lo debe dar la recuperación física de Juan Carlos Navarro y Álex Abrines. La Bomba sigue lastimado y su participación en el partido está comprometida. Además, Samardo Samuels es baja. Y por dentro, con Ante Tomic como faro y guía, la aparición de Stratos Perperoglou, Shane Lawal y Aleksander Vezenkov parece dotar de mayor fuerza y de más profundidad de banquillo al juego interior de un grupo en el que se mantienen piezas de primer nivel como Justin Doellman o Brad Oleson.
Con todo eso, que no es poco, el Barça aparece en el horizonte del Granca como un examen de máxima dificultad. El conjunto culé se presenta en Málaga para disputar la Supercopa Endesa con una trayectoria casi inmaculada durante el periodo de preparación después de ganar los cinco amistosos a puerta abierta que ha disputado. El equipo azulgrana ha dejado en la cuneta a FIATC Joventut, ICL Manresa, Montakit Fuenlabrada y, en dos ocasiones, al Morabanc Andorra. Esa hoja de servicios, sin embargo, presenta un borrón: la derrota en el Palau, sin público, ante el Avtordor Saratov ruso.
A la cita de Málaga, en la que también están presentes -por el otro lado del cuadro- Real Madrid y Unicaja Málaga, el Herbalife Gran Canaria se presenta entre dudas. Incertidumbre por el momento, titubeo por la dificultad de encajar las piezas nuevas en el rompecabezas de García Reneses, recelo por el potencial del rival y desconfianza por todo. Pero como apuntaba Kipling a final del siglo XIX, en la selva primero se pega y luego se avisa. Así es esta Supercopa Endesa, con la comienza la temporada 2015-16.
