Un gran Unicaja de Málaga bajó a la tierra al Real Madrid, el campeón de todo la pasada temporada, en un partido eléctrico que augura grandes enfrentamientos entre ambos este año y permite a los malagueños soñar con su primera Supercopa Endesa si hoy vence al Barcelona Lassa en la final.

Los primeros veinte minutos de la segunda semifinal regalaron a los espectadores un gran espectáculo en el Pabellón Martín Carpena, donde se vio un baloncesto de alto voltaje impropio del primer partido oficial de la temporada.

Con medio partido en el bolsillo, el Real Madrid se llegó a poner a trece puntos, pero los de Joan Plaza ya estaban lanzados a por la final del único título nacional que falta en sus vitrinas tras haber ganado la Liga y la Copa del Rey.