A primeras horas de la mañana de ayer fallecía en la capital grancanaria, tras una larga enfermedad, Antonio Cedrés Cabrera (Las Palmas de Gran Canaria, 28-10-1927), contando por tanto 87 años.

Antonio pertenecía a una saga de futbolistas procedentes del capitalino barrio de Guanarteme. Así, por ejemplo, su hermano Juan vistió la camisola amarilla de la UD Las Palmas, con la que consiguió el primer ascenso a Primera División, o la blanca del Real Madrid, además de militar en el Lleida, en el Badajoz y en el Eldense; mientras sus hermanos menores también jugaron lejos del terruño isleño: Domingo (Recreativo de Huelva y Logroñés) y Feluco (Real Zaragoza).

Por su parte, Antonio, tras salir de las filas del Real Club Victoria, jugó también en la UD Telde hasta que justamente hiciera unas pruebas con la UD Las Palmas, que estaba aún en su embrión. En ese instante también le llamaron del Betis, por lo que aprovechó la situación y asimismo pasó las pruebas. El conjunto verdiblanco decide ficharle y Cedrés se compromete con los béticos, disputando una buena primera temporada, con cuatro goles en los trece partidos que disputó con los heliopolitanos en Tercera División.

En esa época forma parte de varias selecciones canarias que se enfrentaban a equipos en tierras peninsulares, formando ala izquierda en algunas de ellas con su hermano Domingo, como la de la imagen que acompaña a este texto, en la que aparecen los dos hermanos Cedrés a la izquierda, los primeros de la fila agachada.

Sin embargo, una grave lesión en la segunda de sus campañas con los béticos le obliga, con apenas 24 años, a tener que retirarse de la práctica activa del fútbol como profesional, por lo que decide retornar a su Gran Canaria natal y labrarse el futuro en otras circunstancias, de tal forma que, con el tiempo, se hace entrenador y dirige a varios equipos de La Isleta, como los desaparecidos UD El Carmen, UD Isleta o el CD Rosiana, entre otros equipos durante varios años, hasta que, con el paso del tiempo, decide formar parte de un grupo de entusiastas que se unen para fundar lo que hoy día es la UD Las Torres, en el populoso barrio capitalino.

Ayer fallecía Antonio Cedrés, después de una larga enfermedad y desde estas líneas hacemos llegar las más sinceras muestras de condolencia a sus hijos: Angela, Toni, Mari Carmen, Armando, Alberto y Sandra, así como al resto de familiares y amigos.

La capilla ardiente ha quedado instalada en el tanatorio San Miguel, donde hoy serán incinerados sus restos a las 14.00 horas.