El Herbalife Gran Canaria apabulló ayer al Dominion Bilbao Basket en Miribilla en un último cuarto demoledor, marcado por un tremendo apagón local en un parcial de 0-25 para el equipo de Aíto García Reneses que convirtió en paliza (59-85) lo que apuntaba a partido igualado o, como mucho, victoria ajustada amarilla. Firme durante los cuarenta minutos, sólido en cada uno de los momentos del pulso, mejor en todos los pulsos individuales, el Granca se comportó como un equipo grande: como un rodillo con amplitud de recursos e inalcanzable para el rival.
Y eso que el Granca tuvo que sobreponerse a los problemas con las faltas de uno de sus jugadores clave, el base canadiense Kevin Pangos (14 puntos), que no se soltó hasta que recibió la cuarta personal. Pero el jugador de Onario estuvo bien suplido por Albert Oliver (17 puntos, 4 rebotes y 4 asistencias), el mejor de su equipo junto con la pareja interior titular, la compuesta por el dominicano Eulis Báez (12, 7 y 18 de valoración) y el gigante esloveno Alen Omic (9, 12 y 18).
En un día aciago de todos los 'hombres de negro' solo se salvan de la quema en el equipo bilbaíno los primeros y últimos minutos de la primera parte de James y las estadísticas que acumuló el pívot norteamericano en los 22 minutos que jugó (10, 8 y 16).
Cinco puntos seguidos de James abrieron el marcador de un primer cuarto muy escaso de anotación y en el que siempre mandó el Dominion Bilbao (7-4, 12-6, 14-10) pero que apretó Oliver al final con un triple casi sobre la bocina (14-13). Esa canasta fue el preludio de una reacción amarilla que lideró el base catalán, en plan imperial, con un 0-7 (16-20) tras una canasta llena de clase de Raül López al inicio del segundo cuarto.
Poderío de Omic
Apareció otro ex del Joventut, Álex Suárez, con 5 puntos, para igualar de nuevo las cosas (24-24). Pero entre la bronca de Miribilla al trío arbitral, el Granca alcanzó sus mejores ventajas (26-32, 29-34, 31-36), que redujo a tres puntos la vuelta a escena de James (33-36).
El poderoso pívot estadounidense (10 puntos y 6 rebotes en ese momento) rescató a su equipo antes del descanso del roto que le estaban haciendo entre Oliver (9 puntos) y Omic (6 rebotes).
Un arreón visitante a vuelta de vestuarios con cuatro puntos de Omic (30-40) ya avisó de lo que podía venirle después a un Dominion que reaccionó otra vez, pero que ya se vino abajo con los dos triples de Salin y Oliver -hasta ese momento, el único lunar del Herbalife- que pusieron el 49-57 con el que terminó el tercer cuarto.
En el último cuarto se le eternizó a los de Alonso su interminable apagón, que llegó hasta el 49-76, después de 10 minutos sin anotar -del 27 al 37-, y el choque finalizó un silencio más que revelador de un público de Miribilla que no era capaz de explicarse lo sucedido hasta el 59-85 final. En el camino pasando, el 55-84 fue el mayor boquete en el marcador.
