El Barcelona visita hoy al Bate Borisov con el objetivo de lograr una victoria que le consolide al frente del grupo E de la Liga de Campeones. El Bate, que dio la campanada en la anterior jornada al derrotar en casa al Roma, recibe al Barcelona con la moral por las nubes tras alzarse con su décimo título de liga consecutivo. "Ganar estos dos partidos sería casi definitivo", recalcó uno de los capitanes barcelonistas, Sergio Busquets, sobre el doble enfrentamiento con los bielorrusos.

El Bate Borisov, que ha condenado al ostracismo al histórico Dinamo Minsk, es un viejo conocido del equipo catalán, ya que estuvieron en el mismo grupo europeo hace cuatro temporadas, con un global de 9-0 para el actual campeón de la Liga de Campeones. El Bate vuelve a contar ahora con el exbarcelonista Alexandr Hleb, que militó durante un tiempo en la liga turca y que vive una segunda juventud, tanto con el club como con la selección.

El Barcelona, sin Messi, Iniesta ni Rafinha, pero con Vermaelen ya recuperado de la lesión en el sóleo de la pierna izquierda, viajó a Bielorrusia como líder del Grupo E. Tras empatar en Roma (1-1) la primera jornada, logró una sufrida victoria (2-1) en el Camp Nou ante el Bayer Leverkusen (2-1).

Pocas novedades se esperan en el once azulgrana respecto al último partido. Si acaso, la ya clásica entrada de Ter Stegen como guardameta de la Liga de Campeones, la de Mascherano por Mathieu como pareja de Piqué en el eje de la defensa y la de Munir por Sandro para completar el tridente junto a los intocables Neymar y Luis Suárez.

El centro del campo, huérfano de recambios por las lesiones de Iniesta y Rafinha y la imposibilidad de inscribir a Turan, será el mismo que ante el Rayo, con Busquets en el pivote defensivo y Rakitic y un creciente Sergi Roberto como volantes.