Garbiñe Muguruza exhibió solidez, ambición, madurez y confianza en su estreno en la competición individual del Masters de Singapur, saldado con un cómodo triunfo, por 6-3 y 7-6 (4), sobre Lucie Safarova.

Pocas horas después de que la WTA oficializara su ascenso al tercer lugar del ránking, templó los nervios del debut y convirtió el deseo de derrotar a su verdugo en los cuartos de Roland Garros en una lucha incansable resuelta con un triunfo.