Un derbi canario pero sólo a medias. CB Canarias y CB Gran Canaria vivirán este domingo el que será su undécimo duelo oficial en la máxima categoría del baloncesto nacional. Choques que generalmente han estado cargados de pasión y que en no pocas ocasiones se han resuelto en finales de infarto. Como muestra, el último de ellos -celebrado también en el Santiago Martín-, un partido en el que los laguneros fueron capaces de remontar 17 puntos para lograr la victoria in extremis. Encuentros de rivalidad regional y de los más esperados cada año por el aficionado isleño, con tanto o más interés del que despiertan las visitas de Real Madrid y Barcelona. Partidos con un componente de rivalidad local que, sin embargo, con el paso del tiempo se ha ido perdiendo. Y es que el de este fin de semana puede ser, junto con el disputado en mayo de este mismo año, el segundo derbi canario sin la presencia en pista de un solo jugador nacido en las islas.

Cuatro en un año. La temporada 89/90 vivió un total de cuatro derbis isleños gracias a distintas fases en las que se dividió ese año la competición en la ACB. En todos ellos jugaron canarios en ambos conjuntos. En el bando canarista el actor principal entre los jugadores locales fue el base José Carlos Cabrera, que en uno de los partidos alcanzó los 13 puntos. Junto a él también gozaron de protagonismo el pívot grancanario Matías Marrero y, en menor medida, el alero Juan Carlos Jorge. Por su parte, el Granca solo tuvo como estandarte isleño al palmero Juan Méndez, que incluso fue clave en uno de los duelos disputados en el Centro Insular con un triple final que dio el triunfo a los amarillos. Al margen de los profesionales sobre el parqué en el banquillo de los claretianos también estuvo, en los dos últimos derbis de ese año, Manolo Hussein, que había comenzado la temporada como ayudante de Joaquín Costa.

Dos décadas después. Tras esa concentración de duelos canarios en menos de seis meses tuvieron que transcurrir más de 20 años para que CB Canarias y Gran Canaria se cruzaran de nuevo en la élite, ya que a principios de los 90 ya se habían medido en varias ocasiones en la Primera División de aquel entonces. La recuperación de los derbis al más alto nivel se produjo en la campaña 2012/13. En la temporada de su regreso a la ACB el conjunto lagunero jugó los duelos frente al Gran Canaria con Richy Guillén y Jaime Heras, mientras que Sergio Rodríguez se vistió de corto en un partido, pero sin saltar a la pista. En el bando amarillo, por su parte, el protagonismo lo tuvieron Roberto Guerra y Óscar Alvarado, con Samuel Domínguez en la misma situación que Rodríguez.

Cada vez menos. Poco cambió el decorado en el conjunto aurinegro en la campaña 13/14, ya que se mantuvieron presentes en el clásico del Archipiélago tanto Heras como Rodríguez (jugó 32 segundos en un partido), mientras que Diego Fajardo tomó el testigo de Richy Guillén. En el Herbalife, por contra, sólo sobrevivió Óscar Alvarado, pero con apenas tres minutos y 15 segundos de presencia en la rotación de Pedro Martínez. Añaterve Cruz fue inscrito en acta pero no llegó a saltar a la cancha.

Sin representación. La canariedad en la pista alcanzó su mínima expresión el pasado ejercicio, el 14/15. Ahí Jaime Heras tuvo minutos en el derbi de la primera vuelta, pero no así en el choque celebrado en el Santiago Martín. Representación nula, por contra, en el Herbalife, ya que Aíto no convocó a nadie nacido en las islas para ninguno de los dos clásicos del basket canario. Ya este domingo el escenario puede ser casi calcado al de hace unos meses, pues si bien el Iberostar -sin Alejandro Martínez, canario de adopción, en el banco- se verá en la obligación de convocar a varios de sus vinculados para completar el acta (pueden entrar los isleños Samuel Rodríguez y Adnan Omeragic), aunque sus opciones de jugar parecen escasas. Será, si nada lo remedia, un derbi canario pero sólo a medias.