Un doblete del delantero Jon Walters permitió a Irlanda sellar su billete para la Eurocopa de Francia, la segunda que los 'chicos de verde' disputarán de manera consecutiva, tras imponerse por 2-0 a una gris Bosnia en el partido de vuelta de la repesca. Walters, que jugó por sanción el choque de ida, en el que Irlanda logró un valioso empate (1-1), ejemplifica el talante del equipo de Martin O'Neill, un conjunto en el que el trabajo y el sacrificio prima sobre el talento, en el que su juego poco ha evolucionado desde que en 1988 disputó en Alemania su primera fase final.