Al Granca, en su empeño por asentarse en la Liga Endesa, durante años le dio por hacer factible lo imposible: ganar a rivales con más y mejores jugadores y con más e infinitas posibilidades económicas. Así se hizo fuerte, así se ganó su sitio en la ACB y así dio forma a su identidad. Por el camino, en el Centro Insular o en cualquier pabellón de la máxima categoría, el conjunto claretiano hizo morder el polvo de manera habitual a gigantes como Real Madrid, FC Barcelona, FIATC Joventut, Laboral Kutxa, Movistar Estudiantes o Valencia Basket. Eso, ahora, parece un recuerdo lejano, una especie de quimera.

El Herbalife Gran Canaria, en las dos últimas campañas, ha caído en la rutina, en una especie de melancolía o complejo de inferioridad que le impide morder ante los grandes de la competición para aceptar, con resignación, su condición de clase media en el torneo. Esta temporada, en la que el equipo que entrena Aíto García Reneses presenta un balance de cinco victorias y tres derrotas tras la disputa de las ocho primeras jornadas de la Liga Endesa, esa dinámica aparece bien marcada en la trayectoria claretiana.

El Granca, en lo que va de curso, ha superado a cinco rivales que habitan por debajo de su posición en la tabla de la ACB: el colista RETAbet.es (97-64), Dominion Bilbao Basket (59-85), Baloncesto Sevilla (76-67), ICL Manresa (88-59) y CAI Zaragoza, penúltimo, (91-79). De los adversarios que se ha cruzado y que presentan un peor balance, el conjunto amarillo sólo ha perdido ante el Iberostar Tenerife (65-53).

Además, en el capítulo de derrotas y dentro del ámbito de la Liga Endesa, el Herbalife apenas ofreció resistencia el pasado fin de semana ante el Valencia Basket. El líder, entrenado por Pedro Martínez e invicto hasta al momento, pasó por encima del grupo claretiano (86-61) en un partido que dio continuidad a las malas sensaciones que exhibe el Granca desde hace varias semanas.

Con Kyle Kuric de baja, tras pasar por el quirófano para que se le extirpara un meningioma -tumor cerebral que resultó benigno-, el equilibrio en el juego del Herbalife se ha deshecho poco a poco. Sin un sustituto que cubra la baja del escolta de Indiana -el club rastrea opciones en Estados Unidos para incorporar a un jugador de nivel-, la rotación de perímetro se ha cargado de minutos, la productividad de piezas como Sasu Salin ha disminuido y el rendimiento -y acierto- de jugadores como Brad Newley o Xavi Rabaseda transita por debajo de lo esperado.

La percepción de inferioridad manifiesta del Granca ante equipos con más posibles se proyecta como una sombra desde el año anterior. En la campaña 2014-15, el equipo amarillo fue octavo en la Liga Endesa. De los 14 partidos que disputó contra los siete conjuntos que el superaron en la clasificación, el grupo que ya dirigía García Reneses sólo fue capaz de ganar cuatro: ante FC Barcelona, Laboral Kutxa, Valencia Basket y FIATC Joventut. Y los cuatro, además, en el Gran Canaria Arena.

El calendario, de aquí hasta el final de la primera vuelta -tramo en el que se repartirán las siete plazas libres para participar en la fase final de la Copa del Rey de La Coruña, torneo en el que estará presente el Rio Natura Monbus como anfitrión-, presenta al Herbalife dos duelos con dos adversarios que ahora mismo le superan en la tabla, el Real Madrid -que ha perdido, por lesión, a Rudy Fernández para los tres próximos meses- y el Barça. Y, además, por el camino se cruzarán con contrincantes de máxima exigencia o los mismos objetivos: el propio Rio Natura Monbus -con el mismo balance de victorias y derrotas-, UCAM Murcia, Unicaja Málaga, Morabanc Andorra o FIATC Joventut.

El fin de año pondrá al Granca en su sitio.