La selección española femenina encajó su primera derrota en el Mundial de Dinamarca, tras caer por 28-26 ante Rusia, en un encuentro en el que pagaron caro su mala gestión de las superioridades numéricas en la segunda parte.

España fue incapaz de aprovechar las cuatro exclusiones consecutivas con las que fue castigada Rusia mediado el segundo tiempo para romper a su favor un igualado partido, que desde el inicio se vio que se resolvería por detalles.

Ni con dos jugadoras más sobre la pista el cuadro español fue capaz de dar el golpe definitivo (21-21) a una rival que, como ya demostró en la primera jornada con su triunfo sobre la todopoderosa Noruega, vuelve a figurar entre las máximas favoritas para el título.