La selección española femenina de balonmano, sin la participación de las grancanarias Marta Mangué y María Núñez, dio un paso de gigante hacia los octavos de final del Mundial de Dinamarca, tras imponerse ayer por 26-18 a Rumanía, gracias a una lección defensiva en la segunda mitad.

España no comenzó bien el encuentro, pero supo reponerse con el paso de los minutos para dominar a una rival desarbolada en el segundo tiempo.