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Baloncesto Liga Endesa

Al Granca le vuelve a faltar fe

El conjunto claretiano se entrega en el último cuarto ante el poderío del Real Madrid (85-68) y suma su cuarta derrota

Jeffery Taylor machaca el aro ante cuatro jugadores del Gran Canaria. ACB PHOTO

Las grandes plazas están siendo un calvario para el Herbalife Gran Canaria en la presente temporada. Con la derrota de ayer ante el Real Madrid por 85-68, el conjunto amarillo sumó una nueva derrota en su casillero -la cuarta- y no convence en los encuentros con los rivales de mayor entidad.

El Granca salió enchufado al partido, todo un espejismo de lo que más tarde iba a ocurrir. La primera canasta expresó la energía con la que salieron los de Aíto García Reneses. Alen Omic ganó el salto inicial y Newley solo ante el aro subió los primeros puntos al luminoso del BarclayCard Center. Las acometidas iniciales dieron una renta al equipo amarillo de 2-6. El conjunto blanco, en proceso de recuperación de estado de ánimo, sacó todo su potencial para responder al arreón canario y replicó con un parcial 12-2, liderado por la estrella merengue Sergi Llull, que junto a Sergio Rodríguez enderezaron el rumbo madridista.

Antes de que se formara una posible sangría blanca, Aíto García Reneses pidió el primer tiempo muerto de la tarde. Discurso y cambios: Omic y Kevin Pangos al banquillo por Taph Savané y Albert Oliver. La vuelta a la pista de ambos conjuntos se tradujo en un triple de Llull que elevaba la racha madridista hasta el 15-2, frenada con una canasta del capitán senegalés y un triple de Eulis Báez. Los intercambios de golpes se prolongaron hasta el final del primer cuarto con un 23-20 en el marcador.

En ese momento, el escolta madridista Jaycee Carroll reclamó falta en su último lanzamiento de triple. El enfado del examarillo llegó hasta el punto de confrontarse con Vicente Bultó, uno de los colegiados del encuentro, lo que le valió su expulsión. Carroll se marchó de la pista con dirección al vestuario, jaleado por la hinchada blanca, con el torso desnudo y lanzando su camiseta a uno de los fondos del Barclays Center de Madrid.

En la reanudación, Oliver transformó los tiros libres de la sanción al norteamericano. Una posterior canasta del nuevo jugador de la plantilla, DJ Seeley, volvió a dar ventaja en el marcador a los insulares. El norteamericano mostró valentía en sus primeros compases del partido, tanto, que le señalaron dos personales muy rápido, lo que mermó su aportación en el devenir del partido.

Hasta el momento los equipos se comportaron como boxeadores y a puntos comandaban los amarillos hasta llegar a la última ventaja que gozaron los de Aíto con el 33-35 en el marcador a falta de un minuto y medio para finalizar el segundo cuarto. Dos canastas de Willy Hernángomez y una final de Baéz cerraron la primera mitad con 39-37 para los de Pablo Laso. El Grancanaria se mostraba errático desde la línea de tres con un pobre 17% de acierto.

Inicio de la debacle

El tercer cuarto, tan señalado en este equipo, volvió a hacer mella en los claretianos. Una espesa calma en el inicio de la segunda mitad, en el que ambos equipos anotaron dos puntos en los tres primeros minutos de juego, haría presagiar la tormenta que se desató. El Real Madrid, bajo la tutela de sus dos conductores de juego Llull y Rodríguez, se empezó a gustar en la cancha. El chachismo salió a escena y los blancos se soltaron la melena. Un parcial 12-4 hizo brecha en el marcador hasta el 53-41 en el ecuador del cuarto. Aíto paró el partido, pero la sensación era ya de desconexión.

Tras el tiempo muerto Pangos pareció coger las riendas del equipo, y tras estrenarse en su casillero particular y elevar su cuantía hasta los 7 puntos, los insulares acortaron distancias con un 55-50. El Real Madrid no se asustó, y dos triples consecutivos volvieron a despegar hasta once la diferencia entre ambos conjuntos. El balance total del tercer cuarto, un 23-14 que dejaba un un 62-51 a falta de los diez últimos minutos.

La desesperación de ver cómo el rival se marchaba en el marcador provocó que el conjunto amarillo abusara del tiro exterior. Pero los encargados de llevar a cabo esta labor no aparecieron anoche. Salin (1/6) se sumó a la inoperancia de Seeley, Rabaseda y Newley desde el 6,75 -ninguno de los tres anotó ni un triple-. Mientras, Jeff Taylor hizo del BarclayCard Center su cortijo personal y firmó 17 puntos. El Real Madrid cosió en el tanteo al Herbalife hasta una diferencia de más 22 (79-57). Con la imagen apática de los amarillos en cancha García Reneses solicitó tiempo muerto para aleccionar a sus pupilos con unas críticas palabras en el banco. Un mensaje del entrenador a la actitud del equipo, que mostró ayer la falta de fe una vez más ante uno de los grandes.

Los últimos compases del encuentro se disputaron con el Madrid gustándose ante su público, aunque éste decidió abandonar el recinto minutos antes, ya con el partido resuelto. Al final, un 85-68, con pocos aspectos positivos que desgranar más que el cambio de actitud que demanda este tipo de exigencias.

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