He tenido la fortuna de poder participar desde 2009 en esta carrera que comenzó llamándose Gran Canaria Medio Maratón y ya va a por la séptima maratón. Desde 2009 hasta 2013 corrí los 10 kilómetros y los dos últimos años lo he hecho en los 21. Me considero un corredor de noches por la Avenida Marítima, y de los normalitos. Eso sí, tengo más de 160 dorsales en mi casa desde que empecé. Pueden parecer muchos, pero realmente es como si hubiese participado en 16 carreras en los últimos diez años, que es poquito con todas las que se han ido celebrando. Siempre dejo varias semanas de por medio, porque a mis 43 años y con mi trabajo en una empresa de hostelería, tampoco estoy ya para muchos trotes.
Me decidí a escribir estas líneas porque sigo en las redes sociales y la prensa a diario todo lo que van publicando sobre el mundo del running, que no para de crecer, algún día lo hará, y creo que conviene poner en valor lo que es el Gran Canaria Maratón para nuestra Isla en todos sus sectores, no sólo de deportes, sino en lo económico como motor turístico de cara al exterior, que se vea la capacidad que tenemos de organizar eventos de una magnitud importante, muy exportables, pero ocurre lo de casi siempre, y es que no valoramos lo nuestro.
Considero que muchas veces no somos capaces de aportar ideas, posible soluciones, propuestas de mejoras, pero para criticar que nos llamen y casi seguro que ganaremos el primer premio.
Del mundo de la política y sus reglas no escritas me lo espero todo, pero también sé que es una carrera de fondo que va dejando por el camino a los menos resistentes. Lo que sí me asombra son las críticas de los mismos corredores, que van contra su propio entorno. Esos blogs dañinos y esas cuentas de twitter y facebook que se mofan de los demás no alcanzo a entenderlas. Una reflexión tal vez sería prudente para generar un cambio beneficioso.
Pero a lo que vamos, el maratón de nuestra Isla debe seguir creciendo. No puede ser objeto de improvisación, política de por medio, y aún así, veo que este año ya llevan casi más de seis mil inscritos. Son muchos, no olvidemos que venir a Gran Canaria no es barato precisamente y que la crisis también asola Europa, no solamente a España.
Echo de menos una acción coordinada entre las diferentes instituciones para comenzar a subir escalones entre los maratones más importantes del país, primero, como Valencia, Barcelona o Madrid, y después en Europa: Berlín, Amsterdam o Roma.
Detengámonos en la ciudad italiana. Esto se puede leer en internet: "El Maratón de Roma es la combinación ideal para participar en un espectacular desafío deportivo y pasar un gran fin de semana de turismo. Se celebra cada año en marzo o abril, cuando las temperaturas agradables preceden los días calurosos y la aglomeración de turistas de la época estival.
La próxima oportunidad para disfrutar de esta romántica e histórica ciudad es el domingo 10 de abril de 2016. El Maratón de Roma se adentra en el ambiente histórico de la ciudad desde el inicio de la prueba. La línea de salida se sitúa frente a los 2.000 años de historia del Coliseo Romano, y a partir de aquí el itinerario es un verdadero festival de magníficas vistas. Entre otras cosas, se transita por la Basílica de San Pedro, la Fontana de Trevi, la Piazza Navona, la Plaza de España y a través de un montón de pintorescas y estrechas calles de la parte antigua de la ciudad. El itinerario es sorprendentemente plano en una ciudad construida sobre siete colinas".
Así venden el Maratón de Roma Y cuando uno lee esto, se lo plantea. Nació en 1995. En su décima edición tuvieron 9.100 participantes, y en 2015, casi alcanzan los 16.000. ¿Porqué no somos capaces los que vivimos aquí de ir sembrando para que estas historias de zapatillas y asfaltos que construye cada apasionado de las carreras siga llevando el nombre de nuestra maratón por todos lados? Hay que plantearse qué es lo que nos falla.
Nuestros mejores embajadores son cada uno de los atletas que nos visitan. Gran Canaria tiene una joya en su maratón y sólo es cuestión de tiempo que el mundo lo descubra. Están en su entorno y hablarán de la calidad de nuestra prueba y eso es lo que atraerá a más corredores en la siguiente edición. Las guerras intestinas sirven de poco, de muy poco. Un día tal vez veamos que atraca en el puerto un crucero con tres mil corredores para participar en la maratón de Gran Canaria. No, no es un sueño, sólo una ilusión realizable ? Confiemos en poder organizar ese crucero para dentro de poco tiempo.
Yo, por lo pronto, seguiré guardando con mimo y cariño cada uno de mis dorsales, de las camisetas de las diferentes ediciones y y el recuerdo de las zapatillas que cada año voy destrozando sobre el asfalto de nuestras carreteras disfrutando de la mezcla de placer y dolor que supone competir, léase disfrutar, en una carrera de 21 kilómetros donde sólo buscar mejorar tu marca. En 2017 intentaré correr, por vez primera, mi maratón. La de Gran Canaria. ¿Es también la suya?
