Rafa Benítez encara ante la Real Sociedad el primero de los dos partidos que tiene para mejorar la imagen del Real Madrid y su propio futuro, obligado a ganar con buen fútbol en el Bernabéu antes de encarar la decisiva salida a Mestalla. La última goleada por 10-2 al Rayo, condicionada por la expulsión de dos rivales, no calmó el ambiente de tensión que se respira en el coliseo blanco. A la espera de un nuevo veredicto del público, el técnico cuenta para esta tarde con la baja, una vez más, de su capitán. Sergio Ramos cierra el año que más partidos se ha perdido por lesión con una nueva molestia, en esta ocasión en un gemelo. Su hueco lo puede ocupar el francés Varane, ya recuperado de su lesión muscular, o Nacho Fernández. En la zaga podría haber forzado ya a Dani Carvajal pero opta por esperar a su vuelta en el duelo clave con el que arranca 2016, en Mestalla ante el Valencia.

La principal duda está en el centro del campo. Debe resolver Benítez si juega el alemán Kroos, aún renqueante de la dura entrada del rayista Tito que le supuso la expulsión. Kroos sólo completó la última sesión con el grupo y puede ser reservado para Valencia y dejar su puesto a Casemiro o a Isco, condenado a un segundo plano en el que no se encuentra cómodo ni valorado. Ante el Rayo Benítez no le concedió ni un minuto a pesar de lo abultado del marcador

Mientras, la Real Sociedad a sólo dos puntos del descenso, tratará de pescar en las aguas revueltas del Bernabéu, estadio que es uno de los más adversos de la historia para los donostiarras. El equipo que entrena ahora Eusebio Sacristán sólo ha ganado tres veces en 68 oportunidades en el feudo madridista y su último triunfo data ya de hace once temporadas.