El Atlético de Madrid tomó el liderato de la clasificación de la Liga agarrado al atrevimiento, el regate, la llegada y el gol, con la colaboración del meta Diego Mariño, que fabricó el centrocampista ghanés Thomas Partey, quien desbloqueó un partido áspero contra el Levante, encaminado al empate hasta su irrupción en el campo, vital para lograr tres puntos esenciales.

Era ya el minuto 72 cuando Thomas entró en el terreno de juego. Nueve después, con tanta convicción como el pasado miércoles en Vallecas, asumió la responsabilidad, encaró a la defensa contraria, condujo la pelota, se metió en el área y alivió los problemas del Atlético al crear el único gol del partido, el que le guía hasta la primera posición. Mariño, en su intento por atajar el balón con un brazo, acabó impulsando con el otro el balón hacia su portería.

Así aprovechó su equipo el camino que le había abierto unas horas antes el empate del Barcelona contra el Espanyol en Cornellà-El Prat.