La selección española de balonmano arrancó su andadura en el Europeo de Polonia con una sufrida victoria (32-29) sobre Alemania, en un encuentro en el que el conjunto español demostró el carácter y, sobre todo, la madurez necesaria para lidiar con oficio el ajustado marcador.

Ni las exclusiones, ni la tarjeta roja con la que fue castigado Jorge Maqueda (minuto 30), y que impidió al lateral disputar ni un solo minuto en la segunda mitad, alteraron el pulso del conjunto español, que este sábado evidenció en Breslavia que es un serio aspirante al trono continental.

Pese a la insistencia del seleccionador español Manolo Cadenas, que no se cansó de reclamar en las jornadas previas la máxima intensidad para encarar el choque con los germanos, a España le costó arrancar.

Especialmente en defensa costó a los Hispanos, donde apenas recordó al equipo que hace tan solo unos días maravilló en el torneo de Irún por su capacidad para anticiparse a los movimientos ofensivos de sus rivales.