El Gran Canaria se deshizo del Movistar Estudiantes en la tarde de ayer por un contundente 70-87 en el marcador. De esta manera, el conjunto amarillo cierra la primera vuelta con un balance 10-7, lo que le permite mantener la quinta plaza en la clasificación pese a los vaivenes que ha sufrido el equipo lejos del Gran Canaria Arena. Y es que los claretianos necesitaban la victoria en el BarclayCard Center tras las últimas derrotas a domicilio ante Andorra y Fuenlabrada.

Por motivos de organización que escapan a la lógica por parte de la ACB, el encuentro se disputó a diferente hora que el resto de los equipos que tenían opción de lucha por la Copa. Así que, con los resultados de Unicaja, Fuenlabrada y Bilbao ya resueltos, el Herbalife saltó a la pista con el billete a La Coruña ya en el bolsillo.

Este dato no iba a influir en la mentalidad del conjunto insular que saltó a la pista con ganas de comandar el partido desde el primer minuto. Y el encargado de llevar a cabo la ejecución de la intención amarilla fue el finés Sasu Salin, quien transformaba dos triples en los primeros compases del encuentro para implantar una diferencia de más siete en el marcador (2-9).

La comandancia de la nave amarilla ayer, quedó en manos de Albert Oliver tras la baja un día más del cañonero de Ontario, Kevin Pangos. El base catalán, dirigió a la orquesta amarilla con excelente criterio para que anotaran con facilidad en ataque; pero ciertos fallos en defensa mantenían el marcador elevado pero a la vez igualado 14-18 (min.6).

El agravante de la baja de Pangos se ha solucionado con el polivalente Oriol Paulí, que se ha adaptado a la posición de base con buen nivel. El joven gerundense, un habitual de las mejores jugadas de la semana, no faltó a su cita con la exhibición sobre los aros ayer. Primero al transformar un alley oop de Aguilar y hundir el balón en el aro estudiantil, y segundo al cambiarse las tornas y ser Paulí el que asistía a Pasecniks para que el letón emulase a su pasador. El primer cuarto llegó a su fin con 19-27 en el luminoso y con la sensación de que los amarillos podían haber apretado más en defensa, pero impecables en la faceta atacante.

Eso mismo debió advertir Aíto García Reneses en la charla previa al segundo cuarto, pues los amarillos apretaron más en la presión a los madrileños y un parcial 2-7 tras el segundo triple de Aguilar y una canasta de dos de Salin aumentaban la diferencia en doce puntos (22-34, min.13).

Tuvo que pedir tiempo muerto Alberto Lorenzo, quien se estrenaba ayer como técnico del Estudiantes. Al volver a pista, la pasión que les transmitió a sus imberbes jugadores, se tradujo en la contrarréplica de parcial y devolver el 7-2. La Demencia, histórica y pasional afición estudiantil, rugía con vehemencia para intentar llevar a su equipo a la remontada, pero los constantes fallos de ambos equipos dejaron el marcador en 31-42 al final de la primera mitad.

Incertidumbre y fin

El regreso a cancha tras el descanso daba esperanzas al Estudiantes, que empezó como un cohete y un parcial 8-2 en el que Laprovittola y Juancho Hernagómez -los únicos que mantuvieron el encuentro ayer- sellaban sendos triples y daban aire a los capitalinos al acercarse a cinco en el marcador (39-44 min.23). Un triple de Oliver y dos tiros libres posteriores de Xavi Rey llevaron a Aíto a pedir tiempo muerto.

Pizarra en funcionamiento y resultados en el parqué. El Granca sacó la raza que le caracteriza en defensa y una canasta de Omic, sumado a dos robos seguidos de los amarillos que le permitieron anotar en contraataque, produjeron una distancia de +12 para los claretianos. (min.25)

El dominio que ejerció el Herbalife en la pintura gracias a la aportación del gigante de Tuzla, Alen Omic, y a Pablo Aguilar, otorgó el control total del marcador. Tras un parcial 6-21 para los amarillos, después de cinco puntos seguidos de DJ Seeley tras otro robo -hasta los tres se fue el ameriano ayer- aumentaron la diferencia en veinte puntos. (45-65, min. 29). Se inició el último cuarto con una recuperación de Rabaseda, aclamado ayer en la que fuera su cancha la temporada pasada. Con tanto robo, ayer solo faltó algún político despistado por la pista del BarclayCard Center de Madrid.

Los diez últimos minutos de partido resultaron en esos llamados de la basura, en la que hubo tiempo hasta de un reto de triples entre el argentino Laprovittola y DJ Seeley. El de Estudiantes inició la afrenta, Seeley contestó, el charrúa volvió a anotar, pero el amarillo sacó pecho y transformó los dos siguientes, aun así Laprovittola no se amedrentó y firmó el último de los intercambios desde la línea de 6,75.

El Herbalife Gran Canaria bajó el pistón en los últimos minutos y los estudiantiles aprovecharon para maquillar el marcador hasta el 70-87 final. Y a modo de filarmónica, la orquesta amarilla compuso una victoria ayer en la que cinco de sus artistas consiguieron diez puntos o más: Brad Newley, Sasu Salin, Alen Omic, Pablo Aguilar y DJ Seeley. Una buena forma de celebrar el pase a la Copa del Rey.