El Vicente Calderón definirá hoy un semifinalista de la Copa del Rey entre el Atlético de Madrid y el Celta, enfrentados en una eliminatoria abierta, iniciada con un 0-0 en Balaídos y necesitada de algún gol, la única vía, sin contar la tanda de penaltis, que conduce ahora a la clasificación.

El Atlético es el favorito; la ventaja, mínima, es del Celta. Al equipo celeste le valen dos tipos de resultados, el empate -sólo el 0-0 podría eliminarle en una hipotética tanda de penaltis- y la victoria; al conjunto rojiblanco, además de un 0-0 que mantiene todo igual, sólo le sirve el triunfo para avanzar a las semifinales.

Y el gol, en todas esas rutas hacia la clasificación, es un factor indispensable. Lo necesita tanto el Atlético, que encadena ahora dos encuentros consecutivos sin marcar ni ganar, el último un 0-0 en casa contra un defensivo Sevilla, como el Celta, que reservó titulares el sábado ante el Rayo Vallecano, con el que cayó 3-0 en la Liga.

El equipo celeste persigue un sueño del que su rival de hoy ya le privó en el curso 2009-10. Por entonces, militaba en Segunda y ni siquiera el 1-1 conseguido en Madrid le bastó para eliminar al Atlético de Quique Sánchez Flores, que logró el pase gracias a un solitario gol del uruguayo Diego Forlán en Balaídos.