Las seis horas del cocinero Cezar Nasuescu. Un héroe forjado en los fogones de su restaurante londinense. Freír pescado curte y te convierte en inmortal en el Auditorio Alfredo Kraus. La odisea del último del Hospitales San Roque Gran Canaria Maratón. Un infierno de seis horas y 35 segundos. Una lesión de rodilla, provocada en el kilómetro 32, desató la tormenta perfecta.

El competidor inglés, de 54 años, se trazó como único desafío cruzar la meta. Al precio que fuese. Por lo civil o criminal. "Me esperaban mi mujer, mi hijo...No podía abandonar. Sé que son seis horas, es un tiempo nefasto, pero al menos llegué. He cruzado la meta. Y estoy orgulloso. ¿Qué si soy un héroe? Acabar así tiene mérito, sí lo considero. No ha sido fácil, pero jamás me entregué. Quería volver a casa con mi medalla; este suplicio siempre me acompañará. Fue un infierno".

Segundo episodio

Su estreno en la cita grancanaria tendrá continuidad. Promete volver para terminar, al menos, en la penúltima plaza. "Ya tengo un nuevo desafío, no volveré a quedarme el último. Mi objetivo es mejorar y no pasar por esto otra vez", realza.

La organización hizo un pasillo, con los voluntarios, para honrar la llegada del último pasajero de la pasarela del sudor. Preparó un sencillo acto homenaje con la presencia de decenas de enfermeros y personal médico para dar alas a los más necesitados. La legión más crítica.

En la fiesta también quedó 'atrapado' Cyrin Bethell de 77 años. El competidor británico terminó penúltimo. Besó la meta solo unos segundos antes del lesionado Cezar Nasuescu. Natural de la ciudad de Northampton, a 110 kilómetros de Londres, se hizo con la penúltima plaza. Concluyó su maratón número 67 y fue el más emotivo: "He competido en Lisboa, Singapur y Sevilla. Pero Gran Canaria tiene un aroma especial, me siento como un joven de 23 años. Eso es solo el inicio".

Bethell confía en alcanzar la centena de maratones y forma parte de la nutrida presencia de atletas internacionales. Suecia, Sudáfrica, Polonia, Eslovenia Lituania, Estados Unidos, Italia, Rumanía, Portugal... La legión multicolor puso una pica en el corazón del Alfredo Kraus.

El último clasificado de la maratón Nasuescu explica por qué se decantó por la Isla. Amor a primera vista. Del folleto al padecimiento. "Es una prueba familiar, y además lo consideramos asequible de precio. Se trata de la primera ocasión en la que venimos a correr y ha sido un viaje fascinante. Estas seis horas fueron eternas, las más largas de mi vida".

La voz de los últimos de la fila. Dos gladiadores sobre las seis horas de lucha en el ring más aterrador. De Picadilly Circus a Las Canteras. Sin un gramo para el abatimiento. "Abandonar no forma parte de nuestro diccionario", repiten.