Una exigente defensa y el poderoso juego interior del filial amarillo le sirvió para sellar las opciones ofensivas del Canterbury, que acabó doblegado ante la superioridad de un Gran Canaria que cerraba el partido en el tercer periodo para vencer con una diferencia inapelable, 85-33.
Un encuentro que tuvo en sus inicios la mirada puesta en el juego interior de los dos equipos. Por un lado, el pívot local Biram Faye y, por el otro, el visitante Ballo Oumar. Dos pívots que demostraron una gran lucha con mucha deportividad entre los jóvenes por hacerse con el rebote en las dos canastas.
Lucha poco a poco se fue decantando hacía el pivot local. Y a ello se unía la excelente defensa puesta en escena por el filial amarillo en el inicio del tercer periodo.
Pero antes, el Canterbury echaba mano de su juego rápido y el acierto de cerca y a media distancia que le servía para aguantar bien el primer cuarto.
La intensa defensa del conjunto de La Vega se fue imponiendo al ataque colegial. El acierto del jugador local E. Campos, que miraba con acierto el aro rival y superaba la defensa zonal visitante ponian las primeras diferencias en el marcador cuando se llegaba al descanso, 49-26.
En el inicio del tercer periodo se iba a inclinar más la balanza para los locales con subida de la línea defensiva . Las pérdidas y robos de balón fueron su pesadilla que servían para aumentar la anotación y cerrar el partido en el tercer periodo con salidas de contraataque y culminando en canastas por medio de Melero y García.
