Una buena delegación del Colegio San Isidoro acudió a presenciar el partido entre el Herbalife Gran Canaria y el Hapoel Jerusalén. Alumnos de diferentes cursos y profesores del centro educativo del barrio de Escaleritas disfrutaron de un día distinto lejos de las aulas, invitados por la entidad claretiana. Muchos de los colegiales eran primerizos en el baloncesto y en el Gran Canaria Arena. Un signo de apertura de puertas del club para fidelizar más masa social. LA PROVINCIA